mabe, junto a Red Verde y Orinoco E-Scrap, hace parte del grupo de entidades que promueven la recolección y el tratamiento seguro de los residuos eléctricos y electrónicos en el país.
Cada año, millones de hogares colombianos reemplazan sus electrodomésticos por modelos más eficientes o modernos. Pero pocos se detienen a pensar qué pasa con los equipos que dejan de funcionar. Esa pregunta, aparentemente simple, encierra uno de los desafíos ambientales más grandes del mundo: la correcta gestión de los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE).
Según el Global E-Waste Monitor 2024, en 2022 el planeta generó 62 millones de toneladas de residuos electrónicos, un incremento del 82% frente a 2010, convirtiendo a los RAEE en uno de los flujos de desechos de más rápido crecimiento. En América Latina, buena parte de estos residuos no recibe un tratamiento adecuado, lo que impide recuperar materiales valiosos y aumenta el riesgo de contaminación si se manipulan de forma inadecuada.
En Colombia, aunque existen normativas y programas de recolección, todavía muchos electrodomésticos en desuso terminan en la basura común o permanecen almacenados por años. Lo más grave no es solo su destino final, sino las consecuencias ambientales que generan cuando no se gestionan adecuadamente. Cada año, toneladas de estos residuos llegan a ríos, manglares, playas y océanos, liberando sustancias tóxicas como gases refrigerantes, aceites o metales pesados que contaminan el suelo y el agua, afectando la flora, la fauna y, en última instancia, la salud humana.
Para enfrentar este panorama, mabe, junto a Red Verde y Orinoco E-Scrap, ejecutan acciones conjuntas para cerrar el ciclo de vida de los aparatos eléctricos y electrónicos. Estas actividades incluyen la recolección de equipos en desuso, la instalación de puntos autorizados, la ejecución de campañas educativas y la promoción de incentivos tributarios establecidos en la normativa nacional, con el fin de fomentar el cambio de neveras ineficientes que contienen sustancias nocivas para el clima y el ambiente.
“mabe, como empresa fabricante e importadora, tiene y cumple la responsabilidad de garantizar la recolección y gestión de los aparatos que ya finalizaron su ciclo de vida. Con nuestra iniciativa mabe Green Cycle estamos apostando por educar al consumidor frente al correcto descarte, evitando impactos ambientales y a la salud”, explicó Andrés Santana, gerente de Sustentabilidad Ambiental para la región Andina de mabe.
Un incentivo para transformar residuos en oportunidades
En los próximos días, mabe promoverá nuevamente este incentivo tributario desde su programa Green Cycle, brindándole la oportunidad para que los consumidores de estratos 1, 2 y 3 que entreguen su nevera vieja y compren una nueva más eficiente energéticamente, pagando el valor de la nevera y solo el 5% del IVA. El incentivo aplica para neveras cuyo valor no supere los 30 UVT.
“El mecanismo de sustitución se basa en ofrecer un incentivo económico a los usuarios de los estratos 1, 2 y 3. Si entregan su nevera antigua, reciben un certificado de sustitución que pueden redimir con nuestros aliados comerciales. Por ejemplo, una nevera que cuesta alrededor de $1.666.000 pesos con el IVA del 19%, termina costando aproximadamente $1.470.000 con el IVA del 5%, gracias a la exención de los 14 puntos”, detalló Olga Colombia Ortiz, directora de Red Verde.
La medida aplica para refrigeradores domésticos de la marca mabe y busca motivar a los hogares a reemplazar sus equipos antiguos por versiones más eficientes desde el punto de vista energético, asegurando que las unidades retiradas sean gestionadas de forma ambientalmente segura y conforme a la normativa vigente.
Fiona: la planta donde los electrodomésticos renacen
Detrás de este proceso hay innovación tecnológica y compromiso ambiental. En la planta Orinoco E-Scrap, ubicada en Funza, los aparatos electrónicos son recolectados, desmantelados y procesados a través de Fiona, una de las máquinas más avanzadas de América Latina.
“Fiona es una de las máquinas más innovadoras en la región. Su sistema automatizado permite separar los materiales como metales, plásticos y gases con precisión, haciendo más eficiente la destrucción y el aprovechamiento de cada componente; procesando hasta una tonelada de residuos en una hora”, explicó Jaime Antonio Estrada, gerente de Orinoco E-Scrap SAS.
Gracias a la infraestructura de plantas como Orinoco E-Scrap, y al trabajo de empresas como mabe, que impulsan y apoyan este tipo de iniciativas a través de Red Verde, ya se han gestionado 1.600 toneladas de residuos electrónicos en lo corrido de 2025, con la meta de alcanzar 2.000 toneladas al cierre del año, 4.600 para 2026 y 22.000 toneladas para 2030.
Estos resultados se suman a las más de 800 toneladas gestionadas en 2024 por Red Verde, lo que representó un incremento cercano al 30% frente al año anterior.
En lo corrido de 2025, mabe ha adelantado únicamente campañas puntuales de recolección, que acumulan cerca de 20 toneladas, dado que las iniciativas de sustitución entrarán en operación plena durante los próximos meses. En las distintas regiones del país, consolidando un modelo que combina responsabilidad corporativa, innovación tecnológica y participación ciudadana.
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