El mercado de la joyería en Colombia está viviendo una transformación silenciosa. Las casas tradicionales, que durante décadas fueron símbolo de elegancia y herencia familiar, están adaptándose a un nuevo consumidor que valora la autenticidad, la sostenibilidad y la conexión emocional con los objetos que adquiere. En ese contexto, Sterling Joyeros, con más de cincuenta años de historia, se suma a este movimiento con una renovación que busca mantener su legado, pero hablarle al lenguaje del presente.
La marca, que ha acompañado a generaciones de clientes en momentos emblemáticos de la vida, presentará oficialmente su nueva imagen durante noviembre, con la reapertura de su tienda en el Centro Comercial Andino, en Bogotá. No se trata solo de una remodelación física, sino de una estrategia de evolución para mantenerse vigente frente a un consumidor más joven, entre los 18 y 55 años, que aprecia la tradición pero exige cercanía, versatilidad y transparencia en la experiencia de compra.
Según datos de Expert Market Research, el mercado colombiano de joyería crecerá a una tasa promedio del 4,9 % anual entre 2025 y 2034, impulsado por una revalorización del lujo artesanal y el interés por piezas con historia. Sin embargo, el segmento de lujo —al que pertenece Sterling— tendrá un crecimiento más moderado, del 2,2 % anual, de acuerdo con el análisis de Cognitive Market Research, lo que obliga a las marcas a redefinir su papel para no quedar rezagadas.
A nivel global, el informe “Jewelry and Silverware Global Market Report” de The Business Research Company proyecta que la industria alcanzará los 227 mil millones de dólares en 2025, con consumidores que priorizan la durabilidad, la trazabilidad y la producción ética. Este contexto ha impulsado a varias joyerías de tradición a modernizar su oferta, tanto en la estética como en la narrativa de marca, para alinearse con la tendencia de “lujo consciente”.
Sterling, que ya había experimentado este cambio con su nuevo local en Medellín, adopta un enfoque más cercano y cotidiano, invitando a usar las joyas más allá de las ocasiones especiales. “El lujo verdadero se vive, no se guarda”, resume su nueva filosofía, una frase que parece condensar el viraje del sector: pasar del lujo exclusivo al lujo vivido.
Además de renovar su imagen, la marca sigue fortaleciendo la experiencia que siempre la ha caracterizado: cercanía, exclusividad e innovación. Tanto la Tarjeta Sterling, creada en los años 80 como pionera en ofrecer un sistema de crédito propio, como el servicio de mantenimiento y limpieza de joyas, que forma parte de su legado histórico, reflejan la innovación y el compromiso de Sterling con la calidad y la satisfacción de sus clientes.
El desafío, como señalan estudios de 6W Research y Polaris Market Research, será competir con el dinamismo del mercado global y atraer a nuevas generaciones sin perder los valores que sustentan la confianza construida durante décadas. La apuesta es compleja, pero necesaria: en una industria donde el lujo se redefine, las marcas que sobreviven no son las más ostentosas, sino las más auténticas.
La renovación de Sterling es, en ese sentido, más que un cambio de imagen: es un reflejo de cómo el lujo colombiano busca renovarse para seguir siendo relevante en un mundo donde las joyas no solo se compran, sino que cuentan historias.
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