
Nacida de la alianza entre Chile, Brasil y más de 30 instituciones regionales, busca responder a necesidades locales. Su lanzamiento marca un hito hacia la soberanía tecnológica y cultural de la región.
Latam-GPT es el primer modelo de inteligencia artificial de gran escala creado en América Latina, con un propósito claro: que la tecnología entienda el contexto regional y responda a las necesidades específicas de los países que la conforman. Se trata de un proyecto abierto, gratuito y colaborativo, que busca posicionar a la región en el mapa de la innovación global.
Presentado oficialmente como una iniciativa del Centro Nacional de Inteligencia Artificial en Chile (CENIA), en alianza con Brasil y con la colaboración de más de treinta instituciones de toda América Latina y el Caribe, Latam-GPT fue destacado incluso por el presidente chileno Gabriel Boric como un hito de soberanía tecnológica para la región.
La diferencia central con modelos como ChatGPT, Gemini o DeepSeek radica en el entrenamiento. Mientras los grandes sistemas están nutridos de datos principalmente anglosajones, Latam-GPT se alimenta de corpus representativos de América Latina: millones de documentos, archivos históricos, literatura, datos académicos y recursos culturales. Esto le permite ofrecer respuestas más ajustadas al entorno social, político y cultural latinoamericano.
El objetivo de este modelo no es competir de frente con las big tech, sino aportar valor a las soluciones existentes al poner a disposición un modelo entrenado con datos propios.
La primera versión del modelo, con 50 mil millones de parámetros, se sitúa en una escala comparable a GPT-3.5. Su capacidad incluye tareas complejas como razonamiento, traducción y asociación de ideas, pero con un sello regional: la capacidad de entender fenómenos políticos, económicos o culturales desde la perspectiva latinoamericana.
El proyecto nació en 2022, justo cuando el mundo conocía ChatGPT. Mientras la IA generativa deslumbraba en Silicon Valley, un grupo de investigadores en Chile y Brasil empezó a construir una alternativa desde el sur. Hoy, más de 60 expertos de universidades y centros de investigación participan en el desarrollo, con apoyo financiero de instituciones como la CAF y créditos de Amazon Web Services.
Uno de los rasgos más distintivos de Latam-GPT es su carácter de código abierto. Cualquier persona o institución podrá usarlo de manera gratuita, adaptarlo a nuevos fines o entrenarlo con conjuntos de datos específicos. Esa flexibilidad abre la puerta a aplicaciones concretas: desde un modelo especializado en educación en Colombia hasta uno para salud en Brasil o agricultura en el Cono Sur.
La diversidad lingüística también es un objetivo central. En su primera fase, Latam-GPT trabajará en español, portugués e inglés. Sin embargo, los investigadores ya están desarrollando software para lenguas originarias como el mapudungún, el rapanui y el guaraní. Aunque estas adaptaciones son complejas por la falta de registros escritos, representan un avance inédito en la inclusión digital de los pueblos indígenas.
En términos técnicos, el entrenamiento se apoya en una base de datos superior a los 8 terabytes de texto, equivalentes a millones de libros. Además, cuenta con la infraestructura de supercómputo de la Universidad de Tarapacá en Chile, equipada con GPUs de última generación, lo que marca un salto en la capacidad de cómputo regional y en la descentralización tecnológica.
El impacto esperado va más allá del plano científico. El verdadero éxito del modelo se medirá en la capacidad de Latam-GPT para mejorar la educación, fortalecer la investigación y ofrecer a los jóvenes herramientas que hablen en su propio idioma, con sus referentes culturales y sus realidades. No se trata solo de una IA que responde, sino de una IA que reconoce a Bolívar, a Neruda o a García Márquez tanto como a Shakespeare o a Einstein.
En suma, Latam-GPT no es únicamente un proyecto tecnológico: es una apuesta política, cultural y estratégica. Es el esfuerzo de una región que busca dejar de ser consumidora pasiva de tecnología para convertirse en creadora. Una IA hecha en Latinoamérica, para Latinoamérica, que abre la puerta a la independencia digital y a una soberanía tecnológica largamente esperada.