
Este 2025, la marca sorprende con 31 monstruos inéditos y un universo que conecta tradición, innovación y mundo digital.
Hablar de Halloween en Colombia es hablar de Drácula. Desde 1989, esta paleta se ha convertido en un símbolo cultural que ha marcado la infancia de millones y que, año tras año, regresa para anunciar la temporada de disfraces, dulces y rituales colectivos. Lo que empezó como un helado con colmillos coleccionables hoy es un universo completo que conecta tradición, innovación y cultura pop.
Este 2025, Drácula presenta la colección más grande de su historia: 31 monstruos exclusivos que expanden su legado y reafirman a la marca como protagonista indiscutible del calendario cultural colombiano. Cada personaje se suma a la narrativa de la “profecía de la luna verde”, un relato que introduce al Bosque Prohibido, un lugar enigmático donde estas criaturas cobran vida cada 100.000 años.
La experiencia no se queda en lo físico. Por primera vez, Drácula aterriza en Fortnite, uno de los videojuegos más influyentes del planeta, para llevar a los colombianos a explorar el Bosque Prohibido en versión interactiva. Allí, los jugadores podrán atrapar a los 31 monstruos y conectar la emoción digital con el ritual físico de disfrutar una paleta.
La apuesta por integrar mundos responde a una estrategia clara: ampliar el alcance del portafolio y fortalecer el vínculo con nuevas generaciones. Como explica Luisa Fernanda Carrizosa Baraya, Gerente de Mercadeo del Negocio Helados de Grupo Nutresa, este es un año histórico porque la marca no solo crece en productos, sino que construye un universo narrativo capaz de emocionar tanto a niños como adultos.
El portafolio de 2025 incluye, además de la clásica paleta, una barra de helado que esconde piezas del mapa del Bosque Prohibido, packs especiales y ediciones que convierten el acto de comer helado en una experiencia inmersiva. Cada producto es una puerta de entrada a un mundo más amplio, diseñado para mantener la expectativa y el coleccionismo vivo.
La estrategia también tiene un impacto en negocio: la marca proyecta un crecimiento a doble dígito en ventas, confirmando que Drácula no solo es nostalgia, sino también motor comercial para el Grupo Nutresa. El helado deja de ser un producto estacional para convertirse en fenómeno de marketing que activa consumo, conversación y ritual social.
Durante septiembre y octubre, las cifras lo confirman: cada segundo, decenas de colombianos disfrutan de una paleta Drácula. Es un indicador de cómo esta marca trasciende el mercado y se transforma en una costumbre compartida, donde coleccionar monstruos y revivir historias familiares se convierte en parte de la celebración nacional.
En el centro de la propuesta está la construcción de un universo narrativo transmedia, donde los monstruos no son simples coleccionables, sino personajes con historia, biografía y rol dentro del Bosque Prohibido. A través de la página oficial www.dracula.com.co, los fanáticos podrán conocer en detalle a cada criatura y sumergirse en este nuevo mito colectivo.
Más que un helado, Drácula es un ritual cultural que conecta generaciones. Abuelos, padres e hijos comparten la misma emoción de coleccionar, intercambiar y descubrir qué monstruo apareció en su helado. Este 2025, la marca refuerza ese lazo, pero lo amplifica al terreno digital para mantener vigente la magia en un mundo cada vez más hiperconectado.
En definitiva, Drácula no es solo el corazón de Halloween en Colombia: es un fenómeno de mercadeo que logra transformar un producto de consumo en un ícono cultural. Su capacidad de reinventarse, sumar universos narrativos y adaptarse a nuevas plataformas lo convierten en un caso ejemplar de cómo las marcas pueden trascender generaciones sin perder su esencia.
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