La Industria Licorera de Caldas (ILC) atraviesa uno de los momentos más brillantes de su historia. A julio de 2025, reportó un crecimiento de 37% en ventas y 68% en utilidades, que la consolidan como una de las compañías de licores con mejor desempeño en el país.
Para Diego Angelillis Quiceno, gerente general, la clave ha sido “aprovechar la apertura de fronteras, innovar constantemente y mantener el orgullo de ofrecer productos con calidad mundial.
Este desempeño obedece a decisiones estratégicas que rompieron barreras históricas. El fallo de la Corte Constitucional –que eliminó las restricciones a la comercialización de aguardientes – abrió el acceso a la mayor parte del territorio nacional y permitió que marcas como el Aguardiente Amarillo de Manzanares crecieran más de 55% en el último año.
El liderazgo del Ron Viejo de Caldas también es contundente: mantiene una participación del 82% del mercado y ha sido reconocido por NielsenIQ como la marca de mayor crecimiento en participación en Colombia. “Cada botella refleja casi un siglo de tradición y una diferencia única: nuestros rones se añejan a 2.200 metros de altura en roble blanco colombiano, con agua de manantial pura y protegida”, subraya Angelillis.
La internacionalización es otro pilar. Entre enero y julio de 2025, las exportaciones crecieron casi 50% y se proyecta cerrar el año con 2,5millones de botellas en mercados estratégicos como Estados Unidos, España y Australia.
En materia de innovación, la ILC ha sorprendido con lanzamientos como el Ron Viejo de Caldas Oscuro, las papas Monte Rojo sabor a ron y ediciones especiales como el ponqué Ramo. Próximamente, sumará cocteles a base de aguardiente y nuevas ediciones premium del portafolio.
La compañía también es referente en sostenibilidad. Fue la primera empresa de licores en Colombia y una de las diez en el mundo en certificar su Huella de agua, bajo la norma ISO 14046, al mismo nivel de gigantes globales como Coca-Cola y Diageo. Además, desarrolla programas sociales como Mi Escritorio ILC, que transforma empaques reciclados en mobiliario escolar para niños de Caldas.
Los reconocimientos no se han hecho esperar: premios internacionales de sabor en Bruselas y Londres, y un Effie de Plata en publicidad con la campaña Aguardiente vs. Guaro, la pelea del siglo, que exaltó al Aguardiente Amarillo de Manzanares.
“Somos una empresa pública enclavada en los Andes, que ha sabido competir con creatividad, sostenibilidad y tradición. Cada logro fortalece nuestra compañía, y reafirma el orgullo de los caldenses y de todos los colombianos”, concluye Angelillis.
Artículo publicado en la edición #500 de octubre y noviembre
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