Detrás de la elección de cosméticos naturales, orgánicos y veganos (clean beauty), existe un consumidor informado que exige transparencia sobre el origen de sus ingredientes y los procesos adoptados en su fabricación. Esto significa que la eficiencia y la sostenibilidad se convierten en la premisa de toda la cadena de producción. El objetivo final es obtener productos que no sean testeados en animales, veganos, más ecológicos, seguros para el ser humano y el medio ambiente, y que a su vez ayuden a reducir el consumo de recursos y generar menos residuos.
A esta nueva manera de entender y crear soluciones cosméticas se le conoce como “clean beauty”, una necesidad importante en los consumidores de hoy. El alto desempeño, la seguridad, la sostenibilidad y la ética en la elaboración de estos productos definen este movimiento.
¿Qué significa Clean Beauty?
El término implica varios componentes: por un lado, la conciencia sobre la seguridad del producto (para el usuario y el medio ambiente), la sostenibilidad, la ética (vegano y sin crueldad animal) y la transparencia. Según el estudio realizado por The Green Beauty Barometer, el 55 % de las mujeres en Estados Unidos suelen leer las etiquetas de los productos que adquieren. Esta cifra evidencia el interés de los consumidores por informarse sobre lo que compran. Al mismo tiempo, evidencia que exigen a las empresas soluciones de calidad, amigables con el planeta.
La demanda de ingredientes y procesos de producción más sostenibles por parte del mercado responde a la necesidad de encontrar mayor bienestar para las personas, una mejor relación entre el uso de estos productos y el consumo consciente y, sobre todo, a movimientos colectivos que impulsan este tipo de consumo. De hecho, las investigaciones demuestran que hasta el 59 % de los consumidores de las generaciones Y y Z evita comprar productos que consideran poco éticos.
En qué consiste esta tendencia
Aunque existen otro tipo de ingredientes que se consideran seguros y han sido aprobados por organismos reguladores, la tendencia “clean beauty” impulsa la idea de evitar al máximo el consumo de ingredientes cuestionados, ya que pueden ocasionar irritación dérmica o tener toxicidad acuática y alto impacto ambiental, entre otros impactos.
Frente a este retador panorama, las marcas de cosméticos han buscado alternativas que respondan a las percepciones y demandas de los consumidores para seguir produciendo y evolucionando en sus fórmulas.
¿A dónde va la industria de Clean Beauty?
Según el Informe de Tendencias 2030 de Mintel sobre «El Panorama de la Humanidad», la industria de “clean beauty” centrará sus esfuerzos en los resultados de belleza que el producto puede ofrecer. El término “clean” pasará a ser un asunto implícito. Esto, basado en la transparencia y la responsabilidad social de las compañías, que buscan los consumidores de hoy. A medida que las nuevas generaciones tomen protagonismo como clientes, este concepto será un requisito previo natural para la industria. Del mismo modo, las marcas de cuidado personal.