martes, mayo 06, 2025
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Kimberly Clark y sus marcas Scott, Kleenex y Wypall en la ruta a la sostenibilidad

Kimberly Clark y sus marcas Scott, Kleenex y Wypall en la ruta a la sostenibilidad

Scott, Kleenex y Wypall son algunas de las marcas de Kimberly-Clark que constituyen la esencia de la compañía y forman parte de la visión de Un Mejor Cuidado Para Un Mundo Mejor, y a través de ellas entregar a sus clientes y consumidores los productos que utilizan diariamente tanto en su hogar como fuera de él.

Con esto se integran los negocios B2C y B2B bajo una misma visión, lo que permite una mayor agilidad y eficiencia operativa al compartir aprendizajes, recursos y desarrollos tecnológicos para ambos frentes.

“Esta transformación nace del entendimiento profundo de que nuestros clientes y consumidores son, ante todo, personas. Personas que usan nuestras marcas en casa, como Kleenex o Scott, en su día a día; pero que también interactúan con ellas fuera del hogar: en oficinas, restaurantes, empresas o cualquier otro lugar al que vayan”, comenta José Toledo Montenegro, IFP Latam Sustainability manager.

Con la adopción de la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenibles (ODS) de Naciones Unidas, estas organizaciones han alineado sus estrategias de negocio a una visión global sobre el desarrollo sostenible. IFP reconoce la importancia de estos objetivos y ha priorizado cinco de ellos, que están en línea con procesos que viene trabajando desde hace años y que, por su alcance, permiten generar un impacto en las comunidades, clientes, empresas y medioambiente.

“Para nosotros, la sostenibilidad es un pilar. Siempre procuramos transmitirlo así a todos nuestros stakeholders, dentro y fuera de la compañía. Hoy, responder a las necesidades de clientes y consumidores implica también acompañarlos en sus propios compromisos sostenibles. Por eso, trabajar con Kimberly-Clark es también hacer del mundo un lugar mejor”, destaca Toledo Montenegro.

Entre sus metas está impactar a un millón de vidas, a través de programas sociales como su iniciativa Baños cambian vidas, centrada en mejorar el acceso a la higiene y la sanitización en Latinoamérica. El trabajo con comunidades es otro foco, pues mediante donaciones y alianzas con diferentes entidades, la compañía crea momentos para elevar la calidad de vida y fomentar la conciencia sobre la importancia de la higiene a sus usuarios.

Adicionalmente, según la empresa, la sostenibilidad es posible, gracias a las tecnologías que usa. “Estamos comprometidos con la reducción de nuestro impacto ambiental en varios aspectos clave: huella de plástico, forestal, carbono e hídrica. La meta es reducir al 50 % nuestra carga ambiental entre 2015 y 2030, un desafío enorme, pero alcanzable. Este esfuerzo involucra a todos nuestros equipos: desde mercadeo, que ya está diseñando productos sostenibles, hasta nuestras plantas de producción, que buscan eficiencias y energías renovables. Y, por supuesto, en la comercialización, nos aseguramos de educar a nuestros clientes sobre cómo elegir productos sostenibles y qué atributos realmente hacen la diferencia”, remarca Toledo Montenegro.

El impacto de la industria papelera es relevante. Sabe que su componente clave es estar siempre integrada en la sostenibilidad –algo que ya realizaba, pero no comunicaba del todo–, para resaltar el valor de cada una de sus marcas. Además, es parte de su propósito y propuesta a los consumidores. Esta compañía está consciente de los mitos sobre su operación, como la idea de que deforesta indiscriminadamente o utiliza grandes cantidades de plástico en dispensadores o empaques, tanto en el negocio B2B como en el B2C. Sin embargo, considera que es momento de demostrar que esos son solo mitos y que la realidad es otra. “Por eso, es tan importante empezar a comunicar todo lo que, desde hace mucho tiempo, venimos haciendo bien: programas de reciclaje, iniciativas para la reparación de dispensadores, prácticas responsables en la obtención de materia prima y, sobre todo, tecnologías diferenciadas más eficientes que reducen el uso de producto y, por ende, la generación de desechos”, agrega Toledo.

Como meta, Kimberly-Clark y sus tres segmentos de negocio están enfocados en reducir en 50% su impacto ambiental en la huella de plástico, forestal, carbono e hídrica para 2030.

Al ser una compañía enfocada en higiene, limpieza y salud, sabe que está directamente conectada con el agua. Reconoce que el recurso hídrico y el desarrollo social son vitales para ella, por lo que trabaja con bancos de alimentos y desarrolla distintos programas en toda Latinoamérica. “Lo importante es entender que el enfoque ambiental y el social no van por separado: se pueden y se deben trabajar de la mano. Eso, para nosotros, es vivir la sostenibilidad. Implica contar con equipos comprometidos y que piensen en sostenibilidad desde su rol”, finaliza Toledo Montenegro.

Artículo publicado en la edición #497 de los meses de abril y mayo de 2025.

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Este es un artículo en colaboración patrocinada con Kimberly Clark.