La Superintendencia de Industria y Comercio confirmó las sanciones impuestas a Tecnoquímicas, Familia y Kimberly, por haber incurrido, durante más de una década (2001- 2012), en actos ilegales de cartelización empresarial para fijar artificialmente el precio de los pañales desechables para bebé en el mercado colombiano. Las sanciones impuestas equivalen a las máximas sanciones previstas en la ley de competencia.
Además, la entidad también confirmó la sanción a 16 altos directivos de las 3 empresas sancionadas por haber participado en los actos de cartelización. Entre los sancionados están los presidentes y ex presidentes de las compañías Francisco José Barberi, Felipe José Alvira y Darío Rey Mora, quienes lideraron el cartel al interior de sus empresas.
Las sanciones confirmadas por la Superindustria a las tres empresas y a los 16 altos directivos ascienden a una suma global superior a los $ 208 mil millones de pesos. Las multas impuestas a las empresas, no superan el 8 % de su patrimonio ni el 7 % por ciento de sus ingresos operacionales anuales.
También se confirmó que la marca extranjera, Drypers, participó en el cartel empresarial hasta el año 2006, por lo que archivó la investigación contra esta empresa por caducidad de la facultad sancionatoria del Estado.
La investigación de la Superintendencia logró evidenciar que Tecnoquímicas, Familia y Kimberly interiorizaron la cartelización empresarial en pañales desechables para bebé como parte de su dinámica empresarial, al punto de ser activamente liderada, promovida y patrocinada desde los más altos cargos directivos de las compañías.
Según el Superintendente de Industria y Comercio, Pablo Felipe Robledo, las empresas sancionadas, renunciaron a las más elementales consideraciones de comportamiento empresarial, buen gobierno corporativo, interiorizaron la cartelización como parte de su ADN empresarial, violando su deber constitucional, legal y ético de competir en el mercado y por esa vía defraudaron la confianza de los colombianos y de la economía social de mercado, al haber fijado artificialmente los precios de los pañales desechables para bebé en el mercado colombiano por más de una década (2001-2012).
El cartel empresarial en el que incurrieron por más de una década afectó, preponderantemente, a dos millones de hogares con niños menores de dos años, fundamentalmente aquellos pertenecientes a los estratos 0, 1 y 2.