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Hace algunos años, una persona llamó a nuestra oficina preguntando si podíamos hacer que su marca tuviera música en las bicicletas que distribuían su producto -Happy Donuts- @happydonutsoficial en algunos barrios de Bogotá. Para sorpresa nuestra, nos dijo que para él era absolutamente necesario hacer sonar su marca de alguna manera, ya que así lograría cumplir los objetivos de comunicación planteados en la última reunión estratégica con sus socios.

Gracias a esa llamada, logramos entender que el audiobranding no es algo exclusivo de marcas que tengan un gran presupuesto para su plan de medios que incluye radio, tv o medios masivos y digitales; sino, que cualquier marca en este país y en el mundo, merece tener una identidad sonora propia para lograr vincular emocionalmente a sus audiencias de una manera efectiva sin importar el medio.

Todos los días en los reels de Instagram o en TikTok, oímos marcas vinculadas exclusivamente a algún playlist del gerente de marca o al gusto de alguien del equipo creativo. Música que pretende despertar emociones de manera subjetiva para las marcas. Pero la mayoría de las veces está suscritas únicamente a lo pegajoso del hit del momento y no genera en absoluto ningún vínculo emocional estratégico con la audiencia o genera una recordación tan efímera como la duración del mismo post. Como si fuera poco, en nuestros 25 años de experiencia, aproximadamente el 80% de las PYMES y el 45% de las grandes marcas que se han acercado a nosotros, comparten sin saberlo, el mismo banco de música y efectos de sonido que encuentran en algún sitio de suscripción que su agencia o productora contrata mensualmente con una tarjeta de crédito; además pensando que al hacer esto, tanto la agencia, el cliente y la productora, están protegidas de posibles demandas de derechos de autor o de fonogramas. La verdad es que gran parte de estos sitios tienen licencias limitadas, que hay que leer rigurosamente, pues muchos no permiten o condicionan el uso comercial masivo para marcas o publicidad.

El sonido tiene el potencial de conectar nuestro corazón con las historias, momentos y emociones que viven en cada uno de nosotros. De ahí la importancia de la selección de la música o el diseño de audio de cualquier pieza. Una película, un spot de tv, un reel o un video en tiktok son ventanas que muchas veces despreciamos su valor, hasta que alguno de ellos nos conecta con algo que no podemos olvidar. Justamente es ahí cuando tiene sentido recordar Happy Donuts, una pequeña empresa que sin importar su tamaño tenía claridad en ser diferente y buscar una identidad propia a través del sonido. Un diferencial para sobresalir, llamar la atención, poniendo sus audiencias a cantar “Happy Donuts, Happy Happy Donuts”, teniendo mayor recordación para que cuando llegaran las bicicletas a cada barrio, la gente tuviera claro que hay una donut esperando a ser consumida en una esquina.

Desde esa fantástica llamada, hemos declarado que: para nosotros en Kilombo, ninguna marca es pequeña como para no darse la oportunidad de tener su propia identidad sonora. Marcas multinacionales hasta microempresas, hoy enriquecen nuestro reel de audiobranding, haciéndonos sentir orgullosos por contribuir a la memorabilidad y generación de vínculos emocionales realmente estratégicos… claro, siempre después de un juicioso ejercicio de análisis y búsqueda de cómo debe sonar cada marca, construído en equipo con cada cliente y siguiendo un modelo que hemos desarrollado por años.

Todas las marcas merecen y deben sonar y es por eso que a ningún cliente le damos un no como respuesta cuando el presupuesto empieza a ser un obstáculo en la realización de su estrategia de audiobranding. Para cada caso hay una forma de hacerlo posible.

La democratización del audiobranding es algo con lo que vibramos y es un compromiso hoy para nosotros. Soñamos con que cada marca pueda expresarse a través de lenguajes sonoros originales y propios que emocionan a sus audiencias poniéndolos a sentir, bailar o sonreír. Nos encanta imaginar que alguien quiera subir el volumen de la tv o en sus audífonos cuando le hemos puesto sonido a lo que la marca realmente quiere transmitir desde el corazón, pero con una auténtica motivación: Su cliente real.

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