martes, octubre 14, 2025
Intel

En un mundo laboral híbrido y remoto, donde la tecnología sostiene tanto la productividad como la seguridad y la colaboración, hablar del PC refresh es referirse a algo más que cambiar computadores de manera regular. Se trata de un proceso estratégico que puede marcar la diferencia entre una organización que sobrevive y otra que prospera.

Durante mucho tiempo, la renovación de los computadores fue vista como un trámite inevitable, un gasto de mantenimiento más. Sin embargo, el entorno actual obliga a repensar esa visión. Los equipos que se usan a diario no solo habilitan tareas; también impactan la motivación, la satisfacción laboral y la retención del talento. Cuando un empleado trabaja con un dispositivo lento, inseguro o incompatible con las herramientas modernas, la frustración no tarda en aparecer. Lo contrario ocurre cuando cuenta con un equipo ágil, seguro y adaptado a sus necesidades: la experiencia de usuario mejora y, con ella, la percepción de la empresa.

Beneficios que trascienden la tecnología

Rendimiento y productividad: los equipos más modernos permiten cargas de trabajo más ágiles, especialmente aquellas que hoy dependen de la inteligencia artificial. Según Intel, renovar un PC cada tres o cuatro años puede aumentar la productividad entre el 4 y el 11% por empleado, un impacto directo en la eficiencia laboral.

Seguridad avanzada: un PC actualizado garantiza la incorporación de defensas basadas en hardware, software e inteligencia artificial, que refuerzan las capas de protección. Esto es clave en un momento en que los ataques se vuelven más sofisticados y las brechas más costosas: el costo promedio de una filtración de datos alcanzó los 4,45 millones de dólares en 2023, según IBM.

Experiencia y colaboración: en el trabajo híbrido, contar con dispositivos preparados para videollamadas de alta calidad, aplicaciones en la nube y gestión remota es esencial. Un refresh no solo optimiza los procesos internos, sino también la forma en que los equipos se comunican y colaboran.

Eficiencia en costos: aunque renovar equipos implica inversión, a largo plazo se reducen gastos de soporte, reparaciones y tiempos muertos. De hecho, Gartner estima que mantener PCs más allá de su ciclo de vida puede incrementar los costos de soporte hasta en un 40%.

Los retos de un refresh: más allá de lo técnico

A pesar de sus múltiples beneficios, un PC refresh no está exento de desafíos. Como destaca un artículo de Harvard Business Review, existen barreras logísticas y estratégicas que las empresas deben superar.

Antes, cambiar un equipo era un proceso complejo pero centralizado: todos los empleados estaban en la oficina. Hoy, con miles de personas trabajando desde distintos lugares, los equipos de TI deben coordinar envíos, configuraciones remotas y reciclaje responsable de los dispositivos viejos.

En esta misma línea, renovar un PC no debe verse como un fin en sí mismo. Es necesario integrarlo a una visión tecnológica más amplia, que conecte con iniciativas de transformación digital, seguridad y experiencia del empleado. Como advierte HBR, los PCs son la “ventana” para materializar la transformación, por lo que deben alinearse con las metas futuras.

Un refresh también implica definir reglas claras con los partners. Algunas organizaciones exigen que los proveedores usen dispositivos corporativos; otras prefieren escritorios virtuales o cláusulas contractuales que garanticen niveles de seguridad equivalentes. Lo esencial, en cualquier caso, es que exista coherencia y confianza para minimizar los riesgos.

Al final, un PC refresh es tanto un proyecto de TI como un proyecto cultural. Supone pensar en la tecnología como habilitadora de bienestar, productividad y colaboración, y no solo como infraestructura. Comunicarlo desde diferentes áreas con ese enfoque permite reposicionar la conversación: no se trata de computadores, se trata de personas, de experiencias y de futuro.

También le puede interesar: Breakfast Live fortalece la cadena del entretenimiento colombiano

Miguel Dallos
Leonardo
Camilo Herrera