miércoles, noviembre 26, 2025
Sandra Patricia

Una marca registrada puede ser cancelada total o parcialmente si no se demuestra su uso efectivo en el mercado.

En el competitivo mundo empresarial de hoy, las marcas han dejado de ser simples identificadores de productos o servicios: son activos estratégicos que construyen reputación, generan confianza y posicionan a las compañías en mercados cada vez más exigentes. Pero hay una realidad que muchas empresas pasan por alto: una marca registrada puede ser cancelada total o parcialmente si no se demuestra su uso efectivo en el mercado.

Esta situación no es hipotética. Un ejemplo revelador es la lección que nos dejaron los mencionados casos sobre el no uso autorizado de las marcas FRISBY y CHOCORRAMO por parte de la empresa Frisby España SL. Que como recordamos, en el caso de FRISBY, aunque la marca estaba registrada en la Unión Europea, se alegó la falta de evidencia de uso en territorio español, lo que permitió que un tercero ajeno a Frisby Colombia solicitara y obtuviera un nuevo registro. Igual de preocupante el llamativo caso de CHOCORRAMO, donde se pretendió utilizar la marca como una simple referencia descriptiva para promocionar una malteada, ignorando los derechos exclusivos del titular y debilitando el carácter distintivo del signo.

Estos ejemplos evidencian cómo la omisión en la gestión marcaria puede abrir la puerta a terceros que buscan apropiarse de signos distintivos consolidados. En este contexto, proteger el portafolio de marcas no es solo una tarea legal: es una estrategia empresarial que impacta directamente en la competitividad y sostenibilidad del negocio.

La Decisión 486 de la Comunidad Andina otorga al titular de una marca un periodo de protección inicial de 10 años, renovable indefinidamente por períodos iguales. No obstante, el Artículo 165 advierte que la autoridad competente podrá cancelar el registro de una marca total o parcial a solicitud de un tercero interesado, si esta no ha sido utilizada en al menos uno de los países miembros durante los tres años consecutivos precedentes a la fecha en que se inicie la acción de cancelación.

¿Qué implica esto para los titulares de marcas? Si un tercero inicia una acción de cancelación por no uso, el titular deberá reunir evidencia suficiente para demostrar que la marca ha estado en uso en el mercado nacional o en alguno de los países de la Comunidad Andina.

¿Y si la marca no ha sido utilizada? Frente a este escenario, que en principio se trata de un registro que está llamado a perecer debido a su no uso en el mercado, el mismo citado artículo 165, trae como causales de exoneración la fuerza mayor y el caso fortuito, que en síntesis son causales específicas en las cuales el no uso de la marca no dependía de su titular, sino por fuerzas ajenas a la voluntad de su propietario no se pudo ejecutar el uso en el mercado como por ejemplo desastres naturales, restricciones sanitarias entre otras.

Si bien, la figura de las acciones de cancelación por no uso constituyen una vía expedita y legal para apropiarse de una marca previamente registrada y no usada o sirven para eliminar obstáculos en procesos de registro. Las compañías con portafolios marcarios robustos nacionales e internacionales pueden adoptar mecanismos proactivos que reduzcan su vulnerabilidad frente a terceros y consoliden su posición en el mercado.

Algunas recomendaciones clave son: a) realizar una revisión periódica para determinar que marcas están activas y cuales están próximas a vencer b) determinar cuáles marcas han dejado de usarse o no han salido al mercado transcurridos tres años posteriores a su concesión. Estas últimas podrían ser objeto de cancelación por no uso. c) documentar el uso de las marcas en el mercado. d), sí existen marcas que no se usan actualmente, pero son clave para futuros lanzamientos o expansión, se puede considerar registrarlas nuevamente con ligeras modificaciones (productos, etiquetas, colores), e) Si opera en varios países, asegúrese de que el uso de la marca esté documentado en los países de interés, alternativamente, puede considerar otorgar licencias de uso para preservar derechos y evitar cancelaciones.

Actualizar y proteger los registros de marcas de una compañía no solo prolonga su vigencia legal, sino que fortalece su posición frente a terceros que podrían intentar apropiarse de signos similares o idénticos.

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Miguel Dallos
Leonardo
Camilo Herrera