La cervecera danesa Carlsberg trabaja en llevar inteligencia artificial (IA) a la industria cervecera. El proyecto Beer Fingerprinting ayudará a los investigadores de la compañía a utilizar sensores y analítica avanzada para mapear y predecir sabores de una nueva variedad de cerveza manera más rápida.
“Desde nuestra fundación, Carlsberg ha tenido esta historia de innovación, de ser un disruptor en la industria cervecera y buscar de manera constante formas de hacer mejor las cosas. Por eso, esta transformación digital se une muy bien con esto”, comenta Sarah Haywood, jefa de tecnología de Carlsberg Grupo.
Innovación con bases científicas
Jochen Förster, también conocido como “Dr. Beer”, es el director y profesor de levadura y fermentación para el Laboratorio de Investigación de Carlsberg. Su tarea principal es desarrollar las bases científicas para las operaciones de malteado, destilación y fermentación.
Förster explica: “Podría sonar atractivo tener que probar varias cervezas durante el día. Pero, creamos cientos de pequeños microlitros de destilados y cervezas, en volúmenes tan pequeños que no se pueden probar. Así que descubrimos que si teníamos sensores que nos pudieran decir al inicio si la levadura en verdad va a poder ser utilizada más adelante en la producción de cerveza a gran escala, y que pudiera reconocer los químicos y compuestos de sabor para predecir cómo sabrá una cerveza, ayudaría bastante a nuestra investigación”.
El laboratorio comenzó a trabajar con la Universidad Aarhus, institución de investigación de Dinamarca, para desarrollar sensores; con la Universidad Técnica de Dinamarca, al norte de Copenhague, para descubrir cómo implementarlos en diferentes escenarios de fermentación. Con Microsoft trabajan para analizar las señales de los sensores a través de soluciones de Inteligencia Artificial. De esta forma, incluyen algoritmos de aprendizaje automático para medir los sabores y aromas creados por la levadura y otros ingredientes.
Objetivos claros
Los sensores pueden diferenciar entre varias pilsners y lagers, y los investigadores ajustan el sistema y desarrollan software que facilitará a los técnicos que tal vez no estén familiarizados con la IA, utilizarla para amplificar su trabajo.
La meta es mapear una huella de sabor para cada muestra de variedad de cerveza y reducir el tiempo que toma investigar combinaciones de sabores y procesos hasta en un tercio. Así permiten a la compañía a llevar más rápido al mercado distintas cervezas.
Aun así, si preguntan al “Dr. Beer” Förster si Carlsberg en verdad podrá ser capaz de elaborar mejor cerveza a través de los avances en tecnología, recibirán una respuesta un poco diferente: “Ya lo hacemos”.