La inteligencia artificial (IA) pasó de ser una promesa futurista para convertirse en un pilar esencial de los negocios y de la industria publicitaria. Estos desarrollos revolucionan la conexión entre marcas y audiencias al permitir una personalización sin precedentes.

Gracias al análisis de datos masivos, las plataformas de IA pueden comprender el comportamiento del consumidor y ofrecer contenido adaptado a los intereses individuales en tiempo real. Desde recomendaciones personalizadas hasta mensajes dirigidos, la IA impulsa la creación de estrategias que en realidad aportan valor, uno de los principales objetivos del mercadeo durante años.

Para Alejandro Hernández, SVP of strategy & head of accounts en Asylum Marketing, “esta herramienta es funcional para diferentes industrias, porque además de ayudarnos a tomar decisiones sobre datos, desde el punto de vista de la escalabilidad, nos permite generar contenido con mucha más personalización, porque tenemos la información suficiente para identificar nichos más específicos; esto hace que la comunicación sea más concreta y efectiva”.

A pesar de los temores sobre la sustitución de la creatividad humana, la realidad es que la IA actúa como un complemento poderoso, si se comprende y analiza como un potenciador de los procesos. Herramientas como generadores de contenido, editores automáticos y sistemas de recomendación de ideas no reemplazan la creatividad, sino que la fortalecen al ofrecer nuevas perspectivas.

Principales desafíos

Implementar la IA en los procesos creativos de la industria plantea uno de los desafíos más significativos: la ética. Hernández subraya la importancia de abordar estos retos desde una perspectiva ética y recuerda el adagio “con un gran poder viene una gran responsabilidad” para destacar la necesidad de establecer límites claros entre la inteligencia artificial y la responsabilidad humana.

De acuerdo con él, como compañía, Asylum analiza cuatro aspectos fundamentales que deben ser considerados en la industria: “transparencia con los clientes, protección de datos, validación para evitar el copy paste y supervisión humana. Estos elementos permiten a las organizaciones aprovechar la eficacia de la IA, siempre y cuando se comprendan su alcance y establezcan límites claros”.

En síntesis, la inteligencia artificial se erige como una aliada potente en materia de estrategia para la industria, pero su implementación debe ir de la mano de consideraciones éticas y, ante todo, un análisis de cómo optimiza los procesos creativos para nunca perder de vista a los seres humanos como centro de un negocio que se mueve por emociones genuinas.

Artículo publicado en la edición #489 de los meses de diciembre de 2023 y enero de 2024.

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