¿Por qué se declaró el segundo sábado del mes de septiembre como el Día mundial de la arepa? Porque se ha convertido en un producto esencial de la alimentación y de la cultura, símbolo de identidad cultural y seguridad alimentaria, y así lo respaldan las cifras que, a propósito de este día, analizamos.
De acuerdo con Raddar, en Colombia, entre los meses de enero - agosto de este año, los colombianos consumieron 3,42 billones de pesos en arepas precocidas, lo que significó un aumento del 12,14% respecto al mismo periodo del año pasado. Esto representó un gasto de 3,42 billones de pesos.
Un terreno bien ganado para este alimento que no solo persiste en el tiempo, sino que ha encontrado nuevas formas para adaptarse a la cultura y la región. O como dicen, "en la variedad está el placer" están a la orden la arepa amarilla o de maíz pela’o de Santander, la arepa blanca servida en Medellín y el eje cafetero o la arepa de huevo en las regiones de la costa colombiana, entre otras.
Mirada regional
A nivel general, señalan las cifras de Raddar, en agosto de 2022, las arepas precocidas representaron el 1,65% en la canasta de alimentos y 17,6% en cereales y productos de panadería. Esto quiere decir que por cada 100 pesos que gastan los colombianos en alimentos 1,6 pesos se gastan en arepas precocidas y de cada 100 pesos que gastan en cereales y productos de panadería, 17 pesos se destinan a comprar arepas precocidas.
En el mes pasado, Bogotá fue la ciudad que más gastó en arepas, por su tamaño poblacional y las dinámicas de consumo en la capital. En segundo lugar, se encuentra Medellín, donde es bien sabido que arepa paisa es un elemento fundamental en la dieta.
Con respecto a la estructuración del bolsillo de los hogares en alimentos, y lo que destinan para arepas, Bogotá desciende al octavo lugar, mientras que Pereira, Manizales y Medellín encabezan la lista con 3,02%, 2,98% y 2,47% respectivamente. Esto convierte al eje cafetero en la región que más destinó su gato para arepas.
Por otra parte, Juan Camilo Sánchez Rodríguez, investigador de la firma Raddar CKG, analiza cómo la inflación en los alimentos es algo que ha aquejado el bolsillo de los hogares en Colombia en lo corrido de este año. La arepa precocida no se salva, debido a que agosto cerró con una inflación anual del 5% en este producto. Este comportamiento deriva del aumento en los costos de las materias primas, el sobrecosto del transporte derivado del aumento de los precios de los combustibles y otros factores climáticos que afectaron las cosechas de maíz en el mundo.
Lo cierto es que, la arepa se ha convertido en un símbolo de expresión cultural. En el país se estima que hay más de 75 variedades o formas de preparación, y también ha conquistado paladares alrededor del mundo. Por eso, este 10 de septiembre, a comer arepa.
