
El mundo de las agencias de marketing vive un nuevo capítulo de reestructuración. WPP ha decidido que Grey, históricamente vinculada a AKQA Group, pase a operar bajo el paraguas de Ogilvy. Sin embargo, este movimiento no implica una fusión, según han aclarado ambos equipos directivos. La independencia de Grey, su marca y su liderazgo permanecen intactos, aunque ahora reportará financieramente a Ogilvy.
El cambio llega en un momento clave para ambas agencias. Grey, que desde 2020 mantenía una relación operativa con AKQA sin una integración total, busca ahora reforzar su enfoque creativo y de brand building. Por su parte, Ogilvy, con su fuerte presencia en consultoría y relaciones públicas, ofrece un complemento estratégico. Devika Bulchandani, CEO global de Ogilvy, y Laura Maness, al frente de Grey, han subrayado que esta realineación permitirá potenciar las fortalezas de cada una sin perder autonomía.
Aunque WPP no ha descartado ajustes futuros, el mensaje interno ha sido claro: Grey seguirá sirviendo a sus clientes con la misma excelencia y sin interferencias. La agencia incluso mantendrá su colaboración con AKQA en proyectos específicos, aprovechando su especialización en tecnología. Este movimiento refleja una tendencia en la industria: las redes publicitarias buscan estructuras más ágiles, donde las marcas conservan su identidad pero se benefician de recursos compartidos.
La integración de Grey en Ogilvy no es un caso aislado. Otras agencias como DAVID o INGO ya forman parte de su ecosistema. Para Maness, este paso es "natural" tras el resurgimiento de Grey como potencia creativa. Mientras, WPP sigue ajustando su maquinaria: GroupM también avanza en su reestructuración, con primeros despidos en Estados Unidos En un mercado que exige innovación y eficiencia, la unión de fuerzas —sin perder individualidad— parece ser la fórmula elegida.
Este nuevo movimiento dentro de WPP evidencia una crisis estructural en la industria. Al integrar Grey bajo el paraguas de Ogilvy —manteniendo la marca como un cascarón vacío—, WPP confirma que el modelo de múltiples agencias independientes ya no es sostenible. Pero si el destino final es una megaestructura unificada bajo una sola P&L, ¿qué ventaja real ofrece a los clientes? Mientras las holdcos se aferran a márgenes cada vez más estrechos, el talento huye hacia independientes, estudios y empresas de producción, que operan sin el lastre de burocracias obsoletas.
El problema no es solo de WPP. Algunas de las grandes redes siguen abordando la IA y la transformación digital con mentalidad de fábrica: automatizando tareas básicas para recortar costos, en lugar de reinventar su propuesta de valor. Mientras, jugadores como Monks o Brandtech construyen modelos desde cero, alineados con el futuro del mercado. Los tradcos tienen talento de sobra, pero sus estructuras a veces un poco rígidas cierran sus perspectivas.
En este caso particular, queda por ver cómo evolucionará la relación entre grey y Ogilvy en el mundo, pero una cosa es segura: en el mundo de los grande grupos publicitarios, el cambio es la única constante.
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