jueves, marzo 28, 2024
Diego J

El pasado 27 de enero la industria publicitaria del planeta se estremeció con el lanzamiento de Uncreative.Agency, presentada como la primera agencia de inteligencia artificial (IA).

El 2023 inició agitado por los titulares de la prensa sobre la inteligencia artificial. En occidente ya se habla de productividad y en Iberoamérica apenas la estamos conociendo. Las empresas que trabajan con creatividad no son ajenas a este tema, también hacen parte de la conversación.

El recién lanzamiento de Uncreative.Agency, presentada como la primera agencia de inteligencia artificial (IA) causó un gran revuelo en los creativos del mundo. Y cómo no hacerlo si en tan solo cinco días de funcionamiento, esta plataforma atendió más de 16.000 “briefings” y entregó un número similar de propuestas creativas al hacer su primera publicación en Linkedin. El debate estalló en todo el mundo, empezando por altos directivos de Nike, Deloitte, Coca-Cola, Heineken y Google, pasando por funcionarios de todo tipo de agencias y empresas con bajos presupuestos.

En principio, Uncreative.Agency se dio a conocer como una firma independiente de IA que haría propuestas creativas por cinco dólares. Luego del misterio provocado, DDB Worldwide reveló que se trataba de ellos, un desarrollo liderado por George Strakhov, su Chief Strategy Officer, es decir la IA y creativos de agencia trabajando juntos. ¿El fin de las agencias tradicionales? ¿Se trataba de una estrategia de PR? ¿Se lanzó un nuevo modelo de negocio? ¿Se terminó el trabajo para los publicistas?

Es lógico que se tejieron muchas opiniones al respecto en círculos creativos, algunas a favor, otras pesimistas y muchas en contra de la IA. Una sensación apocalíptica para algunos, en donde es difícil tener la razón. Lo cierto es que la velocidad del “Machine Learning” debe alertar a quienes trabajamos para esta industria, no para entrar en pánico (como ocurrió con algunos cuando veían llegar propuestas creativas en pocos minutos), sino para entender que la IA necesita al humano y el humano necesita de ella para ser más veloz.

Algunos alcanzamos a pensar que la IA se nos había ido adelante, pero hay algo que quedó muy claro y es que esta tecnología aplicada a la creatividad tiene todavía un largo camino por recorrer para evitar generalidades, similitudes y repeticiones, como ocurre en la actualidad con plataformas de redacción y diseño gráfico.

Lo que sí debe preocupar, sobre todo a los creativos de Latinoamérica, es que cuando apenas estamos entrando en estado de asombro por la capacidad de plataformas como Chat GPT, en los denominados países del primer mundo, cientos de Apps de IA ya hacen parte importante del día a día para agilizar procesos, cumplir con tareas básicas y organizar el exceso de data. Esto concluye que sí hay tareas que pueden ser reemplazadas, no por ser equiparables al 100% con procesos mentales humanos, pero sí por su utilidad y pertinencia.

Si la IA sigue avanzando a esta increíble velocidad, tal como ocurrió en el siglo XVIII con la revolución industrial, vamos a llegar al momento en dónde el frío interés de las industrias va pretender omitir la importancia de las personas. Sin embargo, como ocurrió en dicho proceso de transformación económica y social, así como en otras épocas históricas, el factor humano ha sabido sobreponerse y reivindicar su papel.

La IA trabaja con información que le suministramos los seres humanos de forma consciente e inconsciente. Nosotros llevamos la delantera en el rol creativo pero no podemos obviar la sofisticación de esta herramienta y tampoco tiene sentido seguir promoviendo dos tipos de orillas. Así que, señores marketeros, comunicadores, publicistas y diseñadores, el reto está en conocer a profundidad cómo funciona la IA, cuáles son sus mayores capacidades y limitaciones. No debemos luchar contra ella, debemos aprender a trabajar junto a ella sin temor, porque ésta no que es nada sin nosotros y nosotros no seremos nada sin ella en un futuro no muy lejano.

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