La inteligencia artificial ya no es una promesa futurista; es una realidad palpable que está redefiniendo las reglas del juego en la industria del marketing. Aunque sus beneficios en personalización y optimización de costos son innegables, a medida que nos adentramos en esta nueva era, surge una pregunta fundamental: ¿Estamos sacrificando la autenticidad y la confianza del consumidor por la búsqueda de la eficiencia?
Los influencers generados por inteligencia artificial ejemplifican este dilema a la perfección. De acuerdo con el estudio Using and governing AI influencers de la Federación Mundial de Anunciantes -WFA-, existe una clara división en la industria: solo un 15% de las marcas los ha utilizado, frente a un 61% que no tiene planes de implementarlos.
Esta cautela no nace del miedo a la tecnología, sino de una defensa de los valores esenciales del marketing. Las marcas expresan preocupaciones legítimas, afirmando que su filosofía es "celebrar a personas reales" o que los influencers de IA se sienten como "la antítesis" de la autenticidad y la representación que tanto se esfuerzan por construir. El temor a la falta de autenticidad es el principal obstáculo, ya que el 96% de los profesionales del sector está preocupado por la confianza y aceptación del consumidor.
Frente a este desafío, la clave no es prohibir la tecnología, sino guiarla. Por ello, desde la Asociación Nacional de Anunciantes de Colombia -ANDA- hemos desarrollado la "Guía de Buenas Prácticas para el uso de la inteligencia artificial en la comunicación comercial". Este documento impulsa la adopción responsable, estableciendo un marco de gobernanza basado en principios clave. Este modelo exige, en primer lugar, una supervisión humana constante para asegurar que las decisiones críticas no queden exclusivamente en manos de un algoritmo.
Además, promueve la transparencia, siendo claros con los consumidores cuando interactúan con contenido generado por IA, una práctica que se alinea con la tendencia global donde el 78% de las marcas planea revelar su uso.
La lección es clara: el futuro del marketing responsable con IA no puede ser una responsabilidad exclusiva de las marcas. Necesita un compromiso de todo el ecosistema.
Nuestra invitación es seguir sumando a la construcción de un ecosistema de comunicación comercial ético y confiable. Esto exige que todos los actores asuman un rol crucial que esté siempre alineado con los principios de transparencia, supervisión humana y autenticidad que defendemos de la ANDA.
Solo a través de este trabajo articulado entre marcas, agencias y gremios podremos asegurar que la inteligencia artificial se use para elevar la conexión humana, y no para degradarla.
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