![Digitalización](https://i.revistapym.com.co/old/2020/04/shutterstock_1673808346-Convertido-scaled.jpg)
La superación de experiencias fuertes conlleva un proceso de sanación, maduración y aprendizaje, que como toda vivencia humana, entraña también emociones que suelen acompañar la memoria de estos trances indefinidamente. Los sentidos aprehenden sonidos, imágenes, olores, texturas, sabores, impresiones que nos transportan a instantes o etapas de estas experiencias.
Y más allá de las razones, de la madurez con que se logre afrontar un proceso, del valor de las lecciones o de la resiliencia, siempre habrá algo que irremediablemente asociaremos con las emociones que más hayan marcado estas memorias.
Entre más fuerte la experiencia y más complejo el proceso, las emociones y las memorias serán proporcionalmente intensas, como inevitable será su asociación con todo lo que tenga la capacidad de evocar recuerdos que no se quisieran tener o los que se deseen conservar.
En circunstancias como las que atravesamos con la pandemia y todo lo que de ella se deriva, las marcas deben ser conscientes de su responsabilidad, de sus riesgos y de la oportunidad de generar valor o la posibilidad de destruirlo. Cada marca debe preguntarse cómo quiere ser recordada y una respuesta clara a este interrogante debe determinar su plan de acción. La improvisación y la dubitación pueden ser nefastas.
Responsabilidad de todos
Para los medios de información en esta coyuntura, el desafío diario sobre cómo informar con la verdad y equilibrio, con firmeza y mesura, con aplomo y caridad, con enfoque pero comprensivamente, debe estar antecedido de esa misma pregunta. Cómo quieren que se recuerden sus marcas después de una crisis como la actual.
Y si la respuesta es, como las mejores fuentes de información confiables y útiles, que acompañaron los temores, la incertidumbre y el desasosiego de la gente con aprecio, afecto y respeto, sus audiencias lo agradecerán y así las recordarán.
Será mejor no tener la última información recién aparecida o insinuada, sino la mejor depuración, validación y análisis. Serán mejores los titulares que llamen a la comprensión y la calma. Los mensajes que procuren el entendimiento, la solidaridad y la unidad. Las fanfarrias y cortinillas que apacigüen los ánimos llamando la atención sobre la oportunidad y relevancia de lo que anuncian. Las palabras que logren aclarar las ideas de
manera ética y estética. Los colores, imágenes, lenguajes y tonos que ilustren enalteciendo el espíritu de sus destinatarios. Los paneles de verdaderos expertos, moderados y respetuosos, que prioricen hacer pedagogía. El trabajo periodístico que de fe sobre la vocación y el apostolado que asiste a los periodistas cumpliendo su misión, aun corriendo riesgos en su salud, para prestar sus servicios de información en favor de la comunidad.
![Werner Zitzman, director ejecutivo de la AMI](https://i.revistapym.com.co/old/2020/04/0.jpeg)
Ojalá todas estas experiencias fuertes que estamos viviendo hicieran propicio que las marcas de todas las industrias y sectores, incluidas las marcas personales de los líderes, gobiernos e instituciones, se cuestionen y puedan responder con esta misma orientación y propósito. Los buenos recuerdos se atesoran por siempre, los malos hay que dejarlos atrás.
Werner Zitzman: Director Ejecutivo de Ami, Asociación Colombiana de Medios de Información