lunes, noviembre 11, 2024
Comunicación

La industria gráfica, una tradición milenaria que le imprime tradición a las marcas

Mantener vigentes los formatos impresos en esta era digital es un debate que ha ocupado la mente de los líderes de la industria gráfica. Recientemente casos como Facebook reduciendo el caudal de noticias en los feed de los usuarios, apoyan la seriedad y el compromiso del canal digital, en contraste, el caso del sitio web del diario El Espectador, el cual inició un sistema de cobro por sus contenidos web, le da un nuevo aire a la lecturabilidad de su formato tradicional.

Encuentre la visión de los protagonistas del sector aquí

Suele pensarse que este contexto es negativo para el sector impreso, sin embargo, la realidad es distinta, es una situación de adaptación más que de «exterminio» por parte del mundo digital, que promueve la innovación y la adecuación de los formatos tradicionales para complementarse y acompañarse de los formatos virtuales.

4 claves para la industria

Trabajo integrado: Una industria que trabaja y provee a otras industrias debe ofrecer una cadena productiva sólida. El trabajo integrado entre todas las partes de esa cadena, es decir, proveedores, clientes y operadores, permite brindar un valor agregado a cada usuario según sus necesidades.

Creatividad e innovación: La constante evolución de lo digital, entre otros elementos, exige de la industria una permanente reinvención, que combine lo tradicional con los adelantos tecnológicos. Los libros impresos complementados por realidad aumentada son un ejemplo de esta cualidad del sector.

Cocreación: Trabajar de acuerdo con las necesidades de cada cliente, interpretarlas y entenderlas es otra clave fundamental para la industria gráfica y para todo productor en general. Esta característica aporta insumos de mucha importancia para el proceso creativo.

Diseño e ideas: Darles valor al diseño como herramienta diferencial y a las ideas como elemento para marcar la diferencia, crea una dupla perfecta y armoniosa.

Un entorno retador

Aún no existe un punto de equilibrio entre el consumo de medios impresos y el consumo de medios digitales, debido a la acelerada penetración del internet y por supuesto, las herramientas cada vez más sencillas, económicas y efectivas para crear sitios web.

Evidencia de esto son estudios como TGI de Kantar IBOPE Media, según el cual en Colombia, en cuestión de consumo de medios durante el 2017, internet tuvo un 85% de penetración, mientras que los periódicos 66% y las revistas 43%.

Esta es una relación de consumo que plantea un escenario en el que los medios tradicionales si bien no pierden vigencia, deben propender por reinventarse de cara a las audiencias jóvenes que ven en los recursos digitales su primera opción para consumir contenidos.

Según la Encuesta Mensual Manufacturera –EMM- publicada por el DANE, para diciembre de 2017 las actividades de impresión experimentaron un menor dinamismo en términos de su producción real anual en -16,5%. Así, en 2017, el sector acumuló una disminución en producción nominal correspondiente a -2,5% y en producción real de -3,9%.

la industria gráfica

Esta situación se debe, en parte, a una «dispersión de recursos en época de convergencia», una situación que explica Eduardo Garcés, gerente general de Comunican S.A. (El Espectador, Cromos y Vea), en entrevista con P&M sobre el cobro de contenido digital, en la que asegura:

«Los periódicos y las revistas han cobrado toda la vida», vía suscripción o venta de ejemplares en la calle, pero se han sostenido siempre gracias a esto y a un modelo de negocio por publicidad. Todo eso funcionó muy bien hasta que llegó internet y cambió las reglas de juego. Nos obligó a los medios de comunicación tradicionales a entrar en la carrera de los medios electrónicos, lo que dió paso a la convergencia.

Eso traía a la par una dispersión de audiencias, en la red hay millones de portales de noticias, y no caímos en cuenta de que por consiguiente también habría una dispersión del dinero de publicidad. Así que estamos abriendo el camino para todos los medios, no solo los impresos».

Esa dispersión ha hecho que la pauta publicitaria en medios tradicionales se reduzca mientras se fortalece en canales digitales, sin embargo, con acciones como la planteada por El Espectador, de cobrar por el consumo de sus contenidos en la red, se puede equilibrar la balanza orientando a los espectadores hacia el formato impreso.

Integración: la clave

El panorama coyuntural entre lo impreso y lo digital abre un mundo de posibilidades para diseñar nuevos procesos y reinventar formatos que se adapten a los gustos y las necesidades de la nuevas audiencias.

Tecnologías como la realidad virtual (RV), realidad aumentada (RA), lectura de códigos QR, georreferenciación y big data, se han vuelto cruciales para renovar el rol del papel en relación con el consumo de contenidos.

En ese sentido, la clave para encontrar un equilibrio entre el consumo impreso y el digital está en la integración y no en la individualización de los formatos. Esta es una tarea que ha tomado cada vez más forma con las tecnologías antes mencionadas y que continúa en proceso de adaptación al mundo físico.

Conozca algunos actores de la industria gráfica colombiana

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