miércoles, septiembre 10, 2025
Camilo Herrera

Si usted considera que lo que hace Trump no es importante, hagamos un ejercicio simple y rápido: como líder en publicidad y mercadeo, ¿Podría hoy hacer el mismo mercadeo que hace sin los servicios de las empresas de Estados Unidos?

YouTube, Gmail, WhatsApp, Facebook, Adobe, Microsoft, MasterCard, Visa, entre otras empresas de redes sociales, software, seguridad cibernética, antivirus, medios de pago, papel, tintas, componentes, licencias y hasta el sistema de pagos Swift [Society for Worldwide Interbank Financial Telecommunication] (pregúnteles a los financieros de la empresa) son gringos y con las nuevas medidas, amenazas y bloqueos que propone el gobierno Trump, seguramente, el entorno de la publicidad y el mercadeo va a cambiar.

En un escenario mínimo, el actual gobierno de Estados Unidos pondría aranceles de 10 % a los productos importados del mundo entero, lo que podría causar que cada país ponga la misma tasa a los productos que Estados Unidos exporta, lo cual se traduce en que todo lo que usted compra y paga allá suba de precios 10 %. Sí, eso puede causar que la pauta que paga en redes sociales sea 10% más cara.

En el peor escenario, aquel en que si su país es bloqueado por Estados Unidos –como lo ha hecho con Cuba, Venezuela, Nicaragua, Irán, entre otros–, no podrá pautar en muchos medios, redes, acceder a recursos, medios de pago, insumos y otras cosas, con la complejidad adicional de que esto no solo aplica con Estados Unidos, sino con muchos de sus aliados. El tema del sistema de pagos Swift es el más complejo: básicamente no puede mandar ni recibir dinero de otros países.

Por años, hemos creado un mercado común global, donde todos los países podemos comprar y vender bienes y servicios entre todos (o casi todos) y gracias a esto, podemos acceder a las mejores opciones, herramientas e insumos para hacer nuestro trabajo. Esto nos deja en una posición frágil ante un cierre de mercados –como lo vivimos en los confinamientos– y se puede complicar enormemente, si hay una sanción política de Estados Unidos a nuestro país.

Podría decirse que es injusto, que es un abuso, que no debe ser así, que su empresa no tiene la culpa de lo que su país o su gobierno hacen; sin embargo, como empresas actuamos igual y les exigimos a nuestros proveedores que cumplan normas sociales, ambientales, culturales y otras más para poder vendernos productos.

Hoy, el mercadeo en Latinoamérica está entre un escenario mínimo donde todo será más caro o podríamos vivir un blackout de bienes y servicios que redefinirá el mercadeo, casi devolviéndonos al volanteo en calle.

¿Qué hacer? Dar a conocer el impacto a los gremios, para que estos lo muestren al gobierno, a los medios y al mundo, porque esto que se ve lejano, extraño e improbable, ya ha pasado en otros países y el golpe ha sido muy duro. Adicionalmente, revise muy bien lo que publica en las redes de la empresa e incluso las personales de sus directivos, porque las embajadas ya están revisando las publicaciones personales.

El mundo se conectó e interconectó. Ahora, el mundo nos exige que nos comportemos dentro de unas normas comunes, como un grupo de WhatsApp, o podríamos ser excluidos…

Esta columna hace parte de la edición impresa 499 de P&M.

 

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