Por: Xenia Lucero García, VP Ejecutiva de TXT Agencia Transmedia. Planificando el contenido de esta columna pensé en muchos temas. Obviamente me paseé por la necesaria calidad y equidad en las relaciones cliente-agencia y agencia-cliente, los premios de Cannes que debieron devolverse, el rol de la mujer en el sector, mi experiencia de más de 25 años en el gremio, entre otros temas tentadores.
Publicado en la Revista P&M Ed. 427. Septiembre de 2016 ISSN 0120-5293
Sin embargo, hoy 11 de agosto, boto lo escrito, dejo de lado todos los temas posibles para centrarme en uno de absoluta actualidad, que seguramente ya habrá sido reemplazado por otro “gran escándalo” cuando la revista esté impresa: las grandes campañas de desinformación y nuestro rol como comunicadores y medios.
Así es: como si no tuviéramos suficiente con la polarización de las posturas políticas, el sí y el no en el plebiscito, el asunto de si Peñalosa va a acabar con el medio ambiente pavimentando los cerros o no… aparece el caso de las cartillas
Lo resumo: una ministra de Educación con una abierta condición homosexual (condición que no debería revestir ninguna importancia, y debería ser de su fuero personal) es cuestionada por comunidades religiosas, partidos políticos, fanáticos de cualquier lucha visceral, y lo más sorprendente, por miles de padres y madres como cualquiera de nosotros que la acusan de promover una orientación sexual particular en los jóvenes a partir de unas cartillas.
El escándalo crece y los enfrentamientos, también, como serpientes en la cabeza de Medusa: que si fueron hechas o no por el Ministerio, que si la ONU y sus organizaciones son las equivocadas o no, que si las pagó y aprobó el Ministerio o no, que si promueven una orientación sexual o no, que si la ministra miente o no. Confrontaciones que terminan generando un gran enredo y desinformación. Como consecuencia: una volcada de la gente a las calles para protestar por las cartillas.
Todo esto, dejando de lado el tema de fondo: un mandato constitucional que obliga al Ministerio a garantizar que las escuelas y colegios sean espacios de paz y respeto, protección de los niños y jóvenes de una minoría ante el matoneo en escuelas y colegios, hecho que le ha costado la vida a algunos de ellos.
Pero, ¿por qué el tema es relevante para nuestro gremio? Desde mi punto de vista, porque todo este caos llevado al extremo se nutre de una o varias campañas de desinformación y manipulación voluntaria de los hechos. Porque no podemos negar la existencia de medios polarizados en pro y en contra, que dejan de lado su deber y capacidad investigativa tan necesarias para brindar a la opinión publica un análisis objetivo y completo.
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Considero, en esos términos, que no debemos permitir que se diseñen y ejecuten campañas como la que comento ni permitir la existencia de un cliente (si así se le puede llamar) que pida y ejecute una campaña basada en la desinformación, en el divide y reinarás, en la manipulación de los contenidos y de las audiencias a través de la confusión.
Aunque a la vista de muchos las manifestaciones multitudinarias hayan sido el resultado de una campaña tan exitosa que sacó de su casa a miles de padres de familia, abuelos, niños y jóvenes, que unió a las diferentes iglesias y credos, que visibilizó a partidos políticos como protectores del bien, y todo… en defensa de la familia. Una campaña tan exitosa, reitero, que logró que el mismo hijo del Presidente “botara al agua” en redes sociales a su primo sugiriendo su condición sexual.
Colegas de agencia, medios y clientes, los invito a preguntarnos si debemos mostrar con mayor contundencia que somos ejemplo de responsabilidad social, si en nuestro día a día estamos cumpliendo los objetivos del momento pasando por encima de lo que sea necesario, si en nuestras organizaciones fomentamos, en lo que hacemos y decimos a nuestros colaboradores, los derechos humanos básicos como la igualdad y la inclusión, si somos toderos de la necesidad, juguetes de los caprichos del que manda o marionetas a disposición del que paga.
Es solo una reflexión. Muy seguramente hoy ya ha nacido otra nueva víbora en la cabeza de esta Medusa.
Los invito a preguntarnos si en nuestro día a día fomentamos los derechos humanos básicos como la igualdad y la inclusión, si somos juguetes de los caprichos del que manda…