Días antes me habían anunciado que llegaría un material celebrando los 75 años de Pintuco. ¡Que hito!, pensé. Esa marca la recuerdo desde que tengo memoria con su particular pauta en los partidos de fútbol: Faltan 15 minutos, faltan 15 minutos Viniltex de Pintuco. Algunos como yo, habrán leído la anterior frase con la entonación pertinente.
75 años de Pintuco
Quedé gratamente sorprendida cuando al recibir el material me di cuenta de una detenida elaboración detrás. Era un libro pasta dura, con una tapa de pintura real insertada en la portada; a parte, una serie de slides en cartón con cada una de las piezas publicitarias de Pintuco a lo largo de su historia; destacando en cada década, la innovación de la marca y su adaptación a las nuevas necesidades del mercado.
75 años de Pintuco
Esta acción en específico, me pareció atrayente. En medio de la pandemia, transmitir experiencias inmersivas en el hogar es un poco difícil y la mayoría de las marcas le apuestan a eventos virtuales de gran desliegue. Pintuco entregó un libro, que no se quedó en lo simple de narrar su trayectoria; sino que gráficamente expuso, con piezas texturizadas, su evolución de mercadeo, comunicación y funcionalidad de sus productos; aunque con un énfasis especial en la publicidad.
Las primeras pinceladas
Pintuco, el color de la calidad, fue la marca que entró al mercado en 1945 para crear la industria de pinturas nacionales; pues hasta el momento, este nicho era exclusivo de marcas importadas. En el libro, narran este hito, enlazado con la historia nacional que atravesaba el país en la época; entre ellas, las migraciones hacia Medellín por la violencia, que la convertirían en la capital industrial de Colombia, que en su momento, vio nacer esta empresa.
Pinturas Colombianas, nombre completo de la marca, transmite tanto el quehacer de la compañía como su origen. Los fundadores de la empresa crearon también un nombre de fácil recordación, lo que ayudó en el posicionamiento de Pintuco como marca líder del mercado; pero sobre todo, insignia de la industria colombiana.
75 años de Pintuco
Desde el primer momento la marca aprovechó el poder de los medios e invirtió en pauta publicitaria con avisos impresos y contenidos radiales. Luego de que en 1954 llegara la Televisión a Colombia, Pintuco fue una de las primeras empresas en promocionar sus productos. De ahí su fácil asociación y posicionamiento en el Top of mind de los colombianos.
Plasmado en la memoria colectiva
¿Cómo olvidar al famoso hombre del overol y de la brocha? Este es el isotipo de la marca desde su creación y su uso le ha dado un carácter más humano, porque representa a quien aplica el producto. «Esta imagen genera mayores niveles de confianza y conexiones emocionales con el consumidor». El pintor fue el protagonista de los anuncios y frases de campaña durante un buen tiempo. En el libro, Pintuco retrata la evolución de la identidad visual de la marca, su particular óvalo iconográfico, colores y, sin duda, el hombre del overol.
De una forma ingeniosa, Pintuco enhebra la historia mundial, como la llegada del hombre a la luna, los primeros computadores, la ciencia ficción en el cine y la televisión; así como la historia nacional: los mandatos presidenciales, el Premio Nobel y otros hitos, con la transformación de la marca; pero sobre todo, su participación en el diálogo social.
Muestra de ello es que en Medellín, la Calle 30, donde la empresa tuvo su sede principal por décadas, se denominó oficialmente Avenida Pintuco. «En todo el país esta relación cotidiana con la marca se manifestó en el reúso de sus envases plásticos para actividades de limpieza del hogar y en el hecho de que las camisetas blancas con el logo de la marca se vestían en el día a día y no al momento de aplicar la pintura» ¡Toda una colombianada!
75 años de Pintuco
El maestro Salustiano Tapias, también hizo parte de la representación gráfica de la marca. Este fue un irreverente pintor que salió en Sábados Felices, el icónico programa de humor de la televisión colombiana, y hacía chistes de crítica social y política de la realidad del país.
Elementos importantes de esta comunicación de marca, según lo resalta el libro en conmemoración de los 75 años de Pintuco, son, en primer lugar, una publicidad acertada con factores representativos y sobre todo, alineada a las nuevas tendencias de consumo; segundo, la innovación de los productos de acuerdo a la tecnología emergente en este sector y nuevos procesos arquitectónicos; y por último, la calidad y asequibilidad de la marca, en la que los canales de distribución desempeñaron un papel importante.
En la jugada
Tenía al rededor de unos 7 años cuando empecé a escuchar de Pintuco, el color de la calidad. La forma en que lo hice fue a través de los comerciales de televisión, pero la que se impregnó en mi memoria fue su pauta en los partidos de fútbol. Al no entender mucho del juego, le daba más relevancia todavía a esos detalles.
Pintuco le dio al palo con esa participación en las transmisiones de este deporte pues logró vincular emocionalidad con la marca y llevar su nombre a cada rincón de Colombia. Penetró en la cultura popular incluso sin ser una marca de consumo masivo.
75 años de Pintuco
En su fase inicial, en la década de los 90, cuando los equipos nacionales comenzaron a participar en la Copa Libertadores y la Selección Colombia clasificó a un mundial, con su voz emocionante los narradores comenzaron a decir varias veces en cada partido una frase que marcó la generación: ¡Falta color! Póngale Pintuco, el color de la calidad. Posterior, asociaron su producto de venta masiva: Viniltex, de pintura decorativa, a lo que sería la pauta más famosa del fútbol colombiano: Faltan 15 minutos, Faltan 15 minutos Viniltex de Pintuco. Esta frase se complementaba con diferentes imágenes de la marca, que cambiaron con el tiempo.
La actualidad y el futuro venidero
En los últimos años se vivió el activismo ambiental y social en diferentes lugares del mundo. Pintuco, sin ser ajeno a esta coyuntura, decidió adaptar su oferta a las nuevas exigencias de los consumidores y ofrecer productos amigables con el medio ambiente, con su línea Eco. Además siguió vinculado a proyectos de desarrollo social, a través de la Fundación Pintuco. Para los que residimos en Bogotá, al mirar hacia el oriente en la zona norte de la ciudad, podemos divisar una mariposa de colores compuesta por siete barrios de la localidad de Usaquén. Este macromural, considerado el más grande del país, se realizó en el 2019 con el apoyo de la compañía. Su tamaño equivale a 82 canchas de fútbol.
75 años de Pintuco
La pandemia también motivó cambios importantes en el último año. En especial, una comunicación acertada con los consumidores para mantener el vínculo emocional; una responsabilidad honesta con los colaboradores y su estabilidad económica; y una innovación de productos adaptados a la nueva realidad, entre ellos, la Pintura Acrílica Alta Asepsia, que resiste el lavado con hipoclorito y yodo y elimina el 99,9% de las bacterias.
«Celebrar la vida con el propósito de un mundo más verde; estar a tono con los cambios; trabajar por un futuro multicolor; crear y compartir una gama de posibilidades para el bienestar y la salud de más personas, es la mejor manera de conmemorar los 75 años de Pintuco y todos los que están por venir», aseguraron desde la empresa.