viernes, mayo 03, 2024

Los 23 factores de cambio en 2023

Inclusión y diversidad: el valor de la autenticidad

En este mundo complejo, donde la desigualdad sigue siendo una realidad, es fundamental entender la importancia de crear espacios, conceptos, productos y estrategias para todos.

La diversidad siempre ha existido en la historia; pero hace relativamente poco, hemos comenzado a dimensionar su importancia. En la actualidad, la industria de la publicidad y las comunicaciones ha comprendido que la inclusión de diferentes culturas, identidades étnicas y raciales, géneros, capacidades y orientaciones sexuales no es solo una cuestión ética, sino que también está estrechamente relacionada con el desempeño empresarial. La diversidad es fundamental para conectar con un público cada vez más consciente y exigente; sin embargo, ¿las empresas realmente están comprometidas con la inclusión o es una táctica de mercadotecnia?

Cada año, el 1 de julio, las marcas suelen cambiar sus imágenes de perfil en redes sociales. Los arcoíris característicos del mes del orgullo LGBTIQ+ desaparecen para ceder paso a la identidad gráfica tradicional, como si de una cuota cumplida se tratara. Al no concebirse como una iniciativa transversal, este comportamiento podría leerse como poco genuino. En un contexto en el que los consumidores no se sienten completamente representados en la publicidad, como lo revela el estudio sobre diversidad e inclusión representativa publicado por Meta y el Instituto Geena Davis en 2021, este es un factor de cambio que merece atención de la industria.

El mismo estudio indicó que un 59 % de los consumidores encuestados dijo ser más leal a las marcas que defienden la diversidad y la inclusión en la publicidad. Entonces, ¿por qué muchas empresas aún no han incorporado esta tendencia en sus culturas y estrategias? Tal vez porque la entienden como un gasto en lugar de una inversión que puede retornar, a través de un aumento en el volumen de ventas y en la fidelización de clientes.

Sin embargo, el porcentaje es claro. Nos enfrentamos a un mundo más veloz, pero también más atento a los detalles; el éxito empresarial ha empezado a depender de la capacidad de entender a los consumidores como mundos únicos que ven, sienten, reflexionan, habitan y piensan distinto. En este sentido, invertir en estrategias que den respuesta a intereses y necesidades diferenciadas, lejos de un gasto, se convierte en la oportunidad de desalinear a los clientes, relacionarse y empezar a dialogar con lo diverso. La pregunta no es si las empresas deberían hacerlo, sino cómo pueden hacerlo de manera auténtica y significativa.

TAGS