El marketing experiencial es una forma de conectar con los consumidores y diferenciarse de otras marcas a través de experiencias que generan sensaciones, sentimientos y emociones; para que en algún momento, se llegue a la conversión.
Especialmente porque está cada vez más claro que la compra de un producto o servicio no es únicamente la adquisición de este, por el contrario, es la suma de las experiencias que influyen en ese proceso de compra y la forma en que se interrelacionan con la vida social de cada consumidor.
Ahora bien, se sabe que existen diferentes técnicas de marketing experiencial, desde activaciones de marca hasta eventos corporativos, las opciones son múltiples. Pero, en realidad todas son aproximaciones estratégicas que buscan mover a un shopper o cliente en el funnel de conversión.
Sin embargo, en ese mundo de actividades experienciales existe una oportunidad enorme para fortalecer la toma de decisiones. Pues, adicionar mediciones cuantitativas a las mediciones cualitativas que ya se tienen, puede ser la clave para identificar si se trata de una actividad experiencial efectiva o si, por el contrario, no representó un verdadero valor para la marca o empresa que la implementó.
Frente a esto, se vuelve una necesidad generar métodos de medición cuantitativa donde se recopilen datos, y así, se puedan convertir en información útil para ser interpretada. Con esos análisis es posible tomar decisiones estratégicas fundamentadas que permitan medir el ROI (Retorno de inversión) de las actividades experienciales.
Aquí es fundamental superar la barrera de la ejecución, pues las variables a medir, es decir, los KPI a definir, van mucho más allá del número de asistentes o si se cumplió con los objetivos en la producción del evento; lo que se busca es medir la capacidad que tuvo la actividad de intervenir positivamente en el negocio y favorecerlo.
La medición del impacto puede contemplarse desde diferentes variables que van a depender de los intereses que se tengan para cada negocio; algunas de ellas son el engagement, el impacto en las ventas, la lealtad o la amplificación.
La clave es construir un método que permita hacerle seguimiento a las variables definidas y que permita también acumular datos para medir el ROI e ir mejorando progresivamente en la toma de decisiones. Esto se logra en la medida en que se articula el marketing experiencial con la tecnología para generar eficiencia y calidad.
Teniendo esto en cuenta, la firma consultora VMLY&R Commerce ofrece las herramientas necesarias para construir un modelo de medición cuantitativa de las actividades experienciales, esto lo hace bajo el nombre de Event Data Marketingworkshop.
A través de dichas herramientas es posible tomar decisiones basadas en datos, es decir que se pueden generar aproximaciones estratégicas que beneficien los negocios y permitan maximizar las ganancias. Desde este modelo se busca generar escenarios para capturar datos y que, al ser interpretados, se conviertan en conocimiento que impacte de manera positiva en los negocios.
