viernes, julio 26, 2024
Andrés Alvarado

El Gran GFNY, también conocido como el Gran Fondo New York World Championship, es mucho más que una competencia para ciclistas aficionados. Es una experiencia que enciende la pasión, despierta la determinación y pone a prueba los límites de todos aquellos que se atreven a participar. Más de 5.000 deportistas de distintos rincones del mundo se reúnen con un objetivo común: ser profesionales por un día.

Recuerdo mi debut en el GFNY 2022, mi primera incursión en el ciclismo internacional. Aunque no soy un profesional, sentí la presión de dar lo mejor de mí, evitar accidentes y cruzar la meta en plenitud física. A pesar de enfrentar momentos de crisis y mi falta de experiencia, logré alcanzar el puesto 107 en la clasificación general y el honroso puesto 25 en mi categoría. Fue un resultado que no puedo menospreciar, pero que me dejó con la certeza de que podía aspirar a más.

Desde que finalizó la edición del 2022, tuve claro mi objetivo: participar en el GFNY 2023 con un rendimiento sobresaliente. Cada obstáculo y dificultad que enfrenté en la carrera anterior se convirtieron en valiosas lecciones y en una fuente inagotable de motivación para prepararme aún mejor. Durante mi período de entrenamiento, abordé cada detalle, me enfoqué en entrenamientos específicos adaptados a las demandas topográficas, trabajé en un plan de alimentación personalizado con profesionales expertos y cuidé cada gramo de comida que consumiría durante la competencia.

La preparación para una competencia así no es fácil, especialmente cuando no es mi profesión principal. Debo equilibrar los aspectos del entrenamiento con mis responsabilidades personales y profesionales. He desarrollado una disciplina mental sobresaliente y he aprendido que mi rendimiento en todos los aspectos de la vida está interconectado. Cada esfuerzo y sacrificio en el deporte se traduce en crecimiento y éxito en mi vida personal y profesional.

Llegó el día de la carrera y sentí una mezcla de ansiedad y emoción. Desde que subí a mi bicicleta, la ansiedad se transformó en pura determinación y concentración. Me reté a superar el dolor físico, dar lo mejor de mí en cada pedalada. Cada instante de sufrimiento y lucha se convirtió en una oportunidad para demostrar mi fortaleza y perseverancia.

Comprobé una vez más que la experiencia basada en la prueba y el error es invaluable. Puse en práctica cada aprendizaje de la edición anterior durante la competencia. El nerviosismo antes de la carrera desapareció, reemplazado por la certeza de que estaba viviendo una carrera como siempre la había soñado. Crucé la línea de meta en la 10ª posición de mi categoría, entre casi 2.000 ciclistas.

Al llegar a la meta, una oleada de alivio y emoción invadió mi ser. Agradezco profundamente a la vida por todas las oportunidades que me brinda para cumplir mis sueños personales, profesionales y deportivos. Agradezco el apoyo incondicional de mi familia y mi equipo de trabajo. Mi deseo es mantenerme saludable para seguir conquistando montañas, alcanzando metas y generando un impacto positivo en mi equipo y clientes.

En cada pedalada, descubro más sobre mí mismo. Aprendo que el esfuerzo y la dedicación en el deporte no solo se traducen en victorias personales, sino que también moldean mi carácter y mentalidad en todos los aspectos de la vida. Si puedo superar los desafíos sobre una bicicleta, puedo enfrentar cualquier obstáculo que se interponga en mi camino.

No importa nuestra profesión, circunstancias o nivel de experiencia. Si tenemos un sueño, hay una meta. Los animo a perseguirla con determinación y compromiso.

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