viernes, marzo 29, 2024
Felipe Sanchez

El 26 de mayo de 1995, Bill Gates escribió el memorando The Internet Tidal Wave, a la junta directiva de Microsoft.

En este documento de nueve páginas comentaba cómo sería el futuro gracias a la llegada de internet, lanzaba revolucionarias profecías como “Los usuarios van a poder ver un partido de béisbol cuando quieran”, hablaba de los foros de comunicación y de las páginas web para terminar afirmando que “internet está en un ciclo abierto de generación de contenido y usuarios, entre más contenido haya, más usuarios llegarán; entre más usuarios haya, más contenido se generará”.

¿Por qué es importante revisar estas palabras en 2022? Hoy nos encontramos exactamente en ese mismo momento, en el que las posibilidades que se abren con la llegada del metaverso son tan vastas como desconocidas.

Estamos en el Salvaje Oeste, muchos de los jugadores que vemos ahora no serán los que dominen el futuro y otros de los que aún no sabemos nada terminarán llevándoselo todo; pero más que eso, hoy las marcas se enfrentan de nuevo al “Ciclo Abierto” que mencionaba Gates; sin embargo, ya no desde el contenido.

En el metaverso, debemos pensar las marcas como experiencias y entre más experiencias ofrezcamos, más gente vendrá; y entre más gente venga, más experiencias debemos ofrecer.

El reto no es menor pues, ahora, como nunca, cualquier decisión de experiencia de usuario es una decisión de marca; una decisión de plataforma tecnológica es una decisión de marca y así como la barrera entre físico y digital se vuelve cada vez más difusa, la marca, como experiencia trasciende la categoría.

Un nuevo sabor de Coca-Cola que nunca será probado, una nueva colección de Balenciaga que nunca será vestida, quizás un nuevo skin para Fortnite de McDonald’s.

¿Cómo nos pensamos como experiencia para avatares de usuarios? En el metaverso, todo está por decir.

Bienvenidos a 1995, época de oportunidades y grandes apuestas.

Si es un CMO, no tome ninguna decisión apresurada; pero tampoco deje de estar atento, sea coherente con su propósito de marca en entornos digitales como nunca antes y sobre todo, piense como usuario.

Ya no se trata de qué tiene su marca para decir, sino de qué ofrece para vivir.

Artículo publicado en la edición #479 de los meses de abril y mayo de 2022

Stefanie Klinge
Jairo Sojo
Carlos Martinez