Estos últimos años han traído mucha incertidumbre y zozobra a las personas. Guerras, divisiones políticas, cambio climático y un avance exponencial de la tecnología ha llevado a una respuesta clara de las personas: resguardarse de la realidad en espacios seguros.
El reporte de tendencias de VML, Future 100 de este año, nos muestra cuatro tendencias: realidades liminales, vidas extendidas, intuición aterrizada y la economía de la creatividad.
La primera, que titula el informe, nos habla de la necesidad de escapar la realidad, y buscar realidades alternas, liminales, aquellas que están en el límite de lo real y lo fantasioso. Lo hacen con productos de sabores que vienen de la fantasía o experiencias de marcas que los transportan a otras realidades.
La segunda, “vidas extendidas” nos cuenta como la tecnología está extendiendo la vida, y con ella una reflexión sobre cómo vivirla si estamos más años, si nos damos la posibilidad de reconocer otros estilos de vida como la paternidad platónica (cuando amigos tienen hijos), si le damos voz a otras etapas como la menopausia o si celebramos el hecho de envejecer.
Por su parte, “intuición aterrizada” es el deseo de reconectar con nosotros mismos, con nuestro cuerpo y nuestra mente, pero también con lo que trasciende, la familia, las amistades, la búsqueda de parejas, demostrando el deseo de las personas por experiencias análogas que les ayuden a conocer a otros, y marcas que ayuden a generar pertenecía y vínculos.
Finalmente, “la economía de la creatividad” es como la inteligencia artificial le da rienda suelta a las ideas, y trae la posibilidad de potenciar la creatividad humana, o incluso reemplazarla. Incluso, nos plantea la pregunta sobre dónde queda la autoría humana en las ideas cuando ya la tecnología puede hacer todo lo que hacemos las personas.
Así, este reporte nos habla de distintas reacciones de las personas por tomar el control frente al caos del mundo, para resguardarse en la fantasía, en las relaciones, en el auto cuidado, o incluso en la inteligencia artificial. Nos habla de la importancia de las marcas de tomar un rol activo en sorprender a las personas, en maravillarlas y darles experiencias que les permitan escapar de la realidad. De potenciar la tecnología y la inteligencia artificial a favor de la creatividad.
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De igual forma hace un llamado a que las marcas validen y reconozcan estilos y etapas de vida que han estado en la sombra por mucho tiempo, y a construir vínculos que le ofrezcan a las personas un espacio seguro para navegar la incertidumbre.
En la inminencia del cambio, solo nos queda aferrarnos a lo que sentimos permanente.