martes, diciembre 10, 2024
vias creativas contra la pandemia

Vías creativas contra la pandemia

El Turismo: ¿Y ahora qué hacemos?

El turismo en Colombia se ha consolidado en los últimos años, representando un significativo aporte en el crecimiento económico del país. En la última década se ha mantenido en una senda de crecimiento entre 3,5% y 3,8% como aporte al PIB.

El 2019 fue un excelente año para el turismo donde varias metas fueron superadas. Sólo para tener una referencia, la llegada de visitantes no residentes alcanzó 415,932 personas, reflejando un crecimiento respecto al año anterior de 2,7%. Eso, sin olvidar el record de ocupación hotelera en diferentes destinos turísticos del país. De esta forma, Colombia venia alcanzado cifras históricas y el 2020 no iba a ser la excepción, pues se esperaba que el sector aportara $37,3 billones al PIB. Esta sería la cifra más alta de los últimos años, pero la llegada de una temerosa pandemia lo echo todo a perder.

Tras la aparición del Covid-19 la humanidad se enfrenta a una de las crisis más fuertes de los últimos tiempos. A esto, inevitablemente, no ha sido ajeno el sector turismo, que actualmente se encuentra en la cuerda floja. Y no es para menos; pues aunque poco a poco se ira reactivando la economía, este sector tardará mucho en hacerlo, pues depende de cielos y carreteras abiertas, de la contención del virus y de condiciones económicas dadas para que el gasto vuelva a tener un espacio en ese rubro.

Al pertenecer a uno de los más atractivos destinos turísticos del país, el Eje Cafetero, ha tenido la oportunidad de percibir la estrepitosa caída del sector. Temporadas como semana santa, donde no había donde parquear un carro, dejaron ver bahías solas y las fincas teniendo como factor común la desocupación. Esto se resume en habitaciones sin usuarios, desempleo y propietarios con problemas de caja, que sin duda dificultan la sostenibilidad de muchos modelos de negocio.

Ahora, ante esta situación no podemos olvidar los parques temáticos como Panaca o Parque del Café, que para la época tenían que cerrar puertas por la llegada masiva de turistas. Entonces, todo cambio y todo parece tocar fondo. Levantarse de allí será complejo.

El Eje Cafetero: una evidencia

Y es que este impacto se resume un poco en el giro de vocación que hizo el departamento del Quindío, que trasladado su actividad económica de la agricultura hacia el turismo. De allí se han desprendido varios problemas, como la informalidad y la estacionalidad del empleo. Esto ha llevado al departamento a ocupar los primeros puestos en esta materia, evidenciando que esta crisis agudiza esta situaciones drásticamente.

Aunque no se han tomado decisiones, se prevé que los parques temáticos queden cerrados el resto del año, pues las grandes aglomeraciones de personas que atraen estos lugares no permitirían reabrir sus puertas. Lo mismo pasa con las fincas o chalets que tan solo podrán prestar sus servicios a muy pocas personas, aun así cuenten con una alta capacidad.

Camila Ortiz, Investigadora Junior de Raddar
Camila Ortiz, Investigadora Junior de Raddar

Sí la tasa de desempleo del Quindío es alta, esta crisis la golpeara aún más. Es importante tener en cuenta que el Parque Nacional del Café ofrece más de 500 empleos, mientras que Panaca cerca de 400. Datos recientes revelan que su funcionamiento mensual requiere de 1.200 millones de pesos, demandados principalmente por la alimentación de más o menos 4.000 animales. A esto debemos sumar que otros actores como Recuca, Parque de los Arrieros, entre otros, dicen no aguantar el severo golpe que transmite la coyuntura. Según Anato, el ecosistema genera cerca de 47 mil empleos directos e indirectos en el departamento.

Diferentes organizaciones han pedido la ayuda del gobierno en términos fiscales, además de los créditos, pues de esta forma pueden mantener la nómina actual y todos los gastos en los que incurren. Además algunos parques están tratando de montar un esquema de bioseguridad que permita abrir las puertas a pocos visitantes y con esto mantenerse. Sin embargo, el reto es difícil.

Hoy el desafío que nos queda es invocar al ingenio buscando desde el marketing construir soluciones para el turismo. Quizá la ruta más próxima sea entender el cambio de comportamiento en los usuarios del sector, que seguramente buscaran nuevos servicios y experiencias. Es allí donde todos los actores, sumados y actuando en un modelo de coompetencia, deben centrarse en herramientas encaminadas a una buena toma de decisiones.

Se espera que el turismo local mantenga a flote la industria, pero es necesario las ayudas gubernamentales para que parques, hoteles y restaurantes no queden en la quiebra. De ser así, los resultados en calidad de vida, serían estremecedores.

Por: Camila Ortiz, Investigadora Junior de Raddar

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