sábado, abril 27, 2024
Camilo Herrera

En un mundo donde lo que consideramos verdad y correcto cambia continuamente, es peligroso seguir recetas, porque las guías, métodos y procesos parten de la premisa de definiciones inamovibles, eternas e inflexibles, lo cual es totalmente falso hoy (a excepción de las ciencias exactas).

En esta columna, ya he dicho varias cosas que cobran mucho más sentido cuando se unen: en Si necesita la receta, usted no es el chef, explicaba que seguir el paso a paso de algo indica que usted no está al mando del proceso; aunque sin duda seguir instrucciones reduce el riesgo y la responsabilidad.

Un buen ejemplo de este dilema se ve en la película Harry Potter y el príncipe mestizo: Harry termina con un libro viejo que nadie quería y que estaba lleno de tachones y apuntes. Pero siguiendo esos apuntes, fue mejor que todos y sorprendió al maestro, haciendo en muchos casos lo que decía el libro (curioso: el libro era del maestro, quien no les enseñaba a los alumnos lo que de verdad sabía. De eso aprendí mucho).

Por otra parte, “lo que siempre ha sido una verdad, no siempre debe seguir siéndolo”. La película Una mente brillante no solo muestra el ritual de los bolígrafos (del que muchos de mis alumnos no se quieren acordar), sino que muestra que John Nash escribió una tesis que refutaba más de 100 años de pensamiento económico, porque comprendió que “Adam Smith fracasó”, pues le faltaba un pedazo de la ecuación. Pensar que siendo humanos –con capacidad de mejora, curiosidad y progreso– no vamos a redefinir las verdades que conocemos, es un supuesto muy débil y peligroso.

Esto nos pone ante un dilema muy complejo: si las definiciones cambian, los métodos fallan y debemos volver a establecer definiciones y, por ende, nuevos procesos para poder aplicarlas de la mejor manera. Si bien para muchos es claro que no podemos hacer las cosas como antes, para esas mismas personas no es evidente qué deben hacer.

Así, podemos tomar por lo menos dos caminos: (1) Seguir las recetas, no equivocarnos, no asumir la responsabilidad, hacer lo mismo de siempre… y obtener resultados idénticos. (2) Entender los conceptos, la historia de las definiciones y el objetivo a cumplir, y crear para cada caso una receta diferente, así sea usando los mismos ingredientes. Al final, esta es una de las diferencias entre un seguidor y un líder.

Una cosa es tener claro un método a seguir y otra, comprender y aceptar las definiciones, el momento y los objetivos esperados, para crear así nuevos métodos o modificar los conocidos. Hoy una mujer no es lo mismo que hace 5 años; lo mismo ocurre con el e-commerce, las redes sociales, los medios de pago, las marcas e incluso muchas palabras que han cambiado de sentido.

Ante esto, los directivos de las empresas, la publicidad y el mercadeo podríamos dar un paso aún más osado: rescribir las definiciones. El mundo es dinámico, porque algo lo mueve constantemente y es en este territorio donde hay oportunidades. La campaña de Navidad de Mercado Libre es clara en esto: no hagas filas para envolver tus regalos, compra en línea y viene envuelto: con esto, da un paso más a la clara diferencia de comprar de forma presencial o remota, y deja ver la enorme frustración de hacer no una, sino dos filas en la compra de un regalo. Así, comprar en línea ya no es solo no hacer

fila para pagar, sino no hacer fila para las envolturas y pasar de satisfacer necesidades a eliminar frustraciones: simple, claro, brillante.

(1) https://www.revistapym.com.co/articulos/opinion/170/camilo-herrera/38124/si-necesita-la-receta-usted-no-es-el-chef

(2) https://www.youtube.com/watch?v=j1RTNBiXOZY

Artículo publicado en la edición #489 de los meses de diciembre de 2023 y enero de 2024.

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Juliana C
Santiago
Vicepresidente de mercadeo y comercial de Juan Valdez
Felipe Forero