viernes, marzo 29, 2024
Comunicación

Playboy y Hugh Hefner, íconos del marketing que perdurarán en el tiempo

Playboy y Hugh Hefner fueron más que dos leyendas del mundo editorial y de los contenidos para adultos. Se trata de una dupla que entendió que el marketing, los medios de comunicación y la publicidad son un todo y no tres disciplinas que solo se limitan a trabajar en conjunto.

A propósito del fallecimiento de Hefner, vale la pena hacer un recorrido por las estrategias que hicieron que Playboy trascendiera de las páginas escritas a convertirse en un imperio mediático, una casa creadora de productos y el sueño de estilo de vida de más de uno.

El nacimiento de un coloso

Era 1953, los desnudos eran un tabú y solamente los medios clandestinos y de mala reputación eran los que se atrevían a mostrar mujeres sin ropa. Sin embargo, es ese el momento en el que Hugh Hefner, un psicólogo joven, se atreve a irrumpir en el mundo editorial y publica la primera edición de Playboy, cuya portada tenía la foto de Marilyn Monroe, el símbolo sexual de la época.

Playboy
Primera portada de Playboy en 1953.

La oportunidad de la revista estaba en romper los esquemas que estaban imperando en la época hecho que, astutamente, fue aprovechado por Hefner quien desarrolló toda una estrategia de mercadeo basado en ello.

La estrategia se basó en hablarle al oído a los hombres, es decir, dirigirse y enfocarse en el estilo de vida y en lo que los hombres más deseaban, pero por el contexto social que se vivía en aquél entonces no era fácil de divulgar. Estrategia que hasta el día de hoy ha mantenido a Playboy como una de las publicaciones más populares de la historia.

El logo de la marca fue creador por el diseñador Art (Arthur) Paul quien plasmó su talento en la segunda edición de la revista y quien asesoró a Hefner en la creación. Según el dueño de Playboy el conejo es una representación juguetona y divertida de su marca, por ello lo eligió.

La mansión Playboy

Más allá de ser una casa de 22 habitaciones, zoológico privado, canchas de tennis y demás maravillas, es todo un concepto de mercadeo. La vivienda, que fue la morada de Hefner hasta su fallecimiento, era un lugar de culto para visitantes que procedían de distintas partes del mundo y que se conformaban con ver, aunque fuera de lejos, la fachada detrás de la cual estaban las mujeres más hermosas del mundo, caracterizadas por su traje de conejitas.

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La mansión fue locación de películas y eventos a los cuales solo artistas, figuras deportivas y personalidades podían asistir. Esto la convirtió en la Meca de las relaciones públicas en el mundo.

Posteriormente, el magnate creó la Playboy Club un resort y club nocturno de lujo ubicado en las Vegas (Nevada). Fue una extensión de la mansión. Esta idea también apalancó la serie de televisión que llevaba su nombre.

Posteriormente la mansión fue vendida a Daren Metropoulos, un comprador del que se sabía tenía interés en la adquisición de este lugar. La transacción se hizo en 2016 por 100 millones de dólares.

Luego de tener una marca editorial consolidada y leída en el mundo, que además tenía un concepto disruptivo y además una vivienda de ensueño, Hugh Hefner decide que Playboy debe ser algo más que una publicación y es en ese momento cuando decide extender la marca a perfumes, accesorios para hombres y mujeres y hasta regalos y productos para el hogar son las extensiones de marca con las que cuenta Playboy actualmente.

Además de ello, Playboy tuvo un videojuego que fue un gran éxito en la década de los 90. También fue uno de los primeros medios de comunicación en el mundo que tuvo sitio web que se hizo popular por el contenido erótico y explícito que alojaba.

El Marketing, relaciones públicas y medios de comunicación aprendieron que la disrupción puede venir de conceptos tan básicos como la desnudez. Hoy el mundo le da el adiós a un hombre que experimentó el sueño de muchos y que dejó escrito en la historia que una idea centrada en lo humano puede cambiar el curso del mundo.