OLFATO: permite identificar los retos y oportunidades para encontrar los formatos adecuados para determinada idea. TACTO: precaución para orientar de manera apropiada a los clientes y crear relaciones cercanas con sus audiencias. GUSTO: pasión por lo que se hace. Amor y dedicación son los ingredientes para que un producto deje el sabor esperado. AUDICIÓN: facultad y disposición para escuchar las necesidades y objetivos de sus clientes. VISIÓN: tener la capacidad de adelantarse, de predecir el futuro.
Esas son las características que les dan cuerpo a las productoras audiovisuales con cinco sentidos, capaces de ir más allá del audio y el video y generar estrategias, dar ideas, crear, acompañar a sus clientes, motivar, emocionar.
Casos como el de YouTube, Netflix y Facebook Live e infinidad de series web son algunas pruebas del crecimiento que el video ha venido registrando en los últimos años. En un momento en el que los cambios son la constante, las compañías expertas en producción de audio y video están ante un entorno en el que la inmediatez no debe afectar, de ninguna manera, la calidad de los contenidos y están casi obligadas a educar a sus clientes, a entender y a analizar sus necesidades reales en un contexto en el que abundan los canales y formatos.
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Precisamente, ante la abundancia de canales y formatos, la invitación es a conocer los objetivos, plantear estrategias, definir contenido, segmentar audiencias y, luego, definir el canal. Así como en los anuncios de las tiendas de barrio, “esto y algo más” lo hacen las productoras de audio y video, que hoy hacen mucho más que audio y video. Son cinco sentidos.
